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«¡Mea culpa!»

«¡Mea culpa!»

Si tenemos en cuenta las decisiones equivocadas de los concejales en mayoría durante el periodo 2020-2023 que hoy afectan a girardoteños y habitantes de la casi ciudad, alcanzan los cinco dedos de la mano para contarlas una a una, y faltarían manos.

Entregar en comodato el Centro de Atención Primaria en Salud (CAPS) a la famélica y huesuda EPS Convida; autorizar, sin priorizar necesidades, el empréstito por $37 640 millones que hoy no se reflejan en progreso; autorizar destinar parcialmente recursos del Impuesto Predial (12.7%) para la operación del catastro multipropósito; autorizar la nueva forma de liquidar la sobretasa ambiental que pertenece a la Corporación Autónoma Regional (CAR). Demorar injustificadamente, casi adrede, el estudio del Proyecto de Acuerdo que solicitaba autorizar comprometer vigencias futuras excepcionales para ejecutar el PAE del 2024; se aprobó cuando quedaban solamente 18 días para que finalizara el gobierno anterior.

Fueron decisiones ni siquiera políticas, sino convenientes, irreflexivas e improvisadas, que hoy, unas más que otras, arremeten de alguna manera contra Girardot y sus habitantes.

En el caso de la sobretasa ambiental, tema de moda en la casi ciudad, que hace parte del recibo del Impuesto Predial Unificado, no queda claro para el contribuyente de qué manera la decisión adoptada por los concejales en el 2021 afectó el valor del Impuesto luego de la actualización catastral.

No obstante, la desinformación, confusión, manipulación o como se quiera llamar respecto a la forma como se liquidaba antes y después del 2021, ninguno de los concejales inmersos en dicha aprobación ha salido públicamente a explicar técnicamente el asunto. Porque ante los señalamientos que se hacen desde distintos frentes, subrayando que la sobretasa ambiental es la que está afectando de manera draconiana el valor del Impuesto Predial, y que esta fue modificada desde las curules del Concejo hace tres años, cualquiera que reconociera su responsabilidad, y en aras de actuar éticamente, tendría que salir a defender su posición desde un punto de vista técnico, o por el contario reconocer con hidalguía su error. Esto, no ha sucedido.

Tampoco se escuchan voces a favor o en contra de lo que viene ocurriendo luego de la actualización catastral; como si fuera un tema lejano, desprovisto de importancia o del que se sustrajeran porque no hace parte de sus agendas ejecutivas. Habría que esperar a que nuevamente inicie sesiones la Corporación, a ver, si de pronto, alguno de los antiguos o de los recién llegados propicia una sana discusión del tema.

Por el momento, existe el compromiso de la Administración Municipal a través del secretario de Hacienda, que «[…] en esta legislatura vamos a volver a modificar esa forma de liquidación de la sobretasa ambiental, para que se retome nuevamente (sic) como se venía haciendo en el Estatuto Tributario anterior». Así se comprometió en una entrevista con Plus Publicación el pasado martes (12.03.2024).

Dice Rodríguez Caballero que hasta el 2020 la sobretasa ambiental se liquidaba sobre el 15% del impuesto predial que pagaba el contribuyente; según él, con la modificación del Acuerdo Municipal desde el 2021 se hace sobre el avalúo catastral. Dice el funcionario: «Indiscutiblemente cuando se cambia la base gravable, que ya no es por el Impuesto Predial, el quince (sic), sino por el avalúo, el 1.5 x 1000, pues indiscutiblemente que ese valor, exponencialmente, y lo hemos analizado aquí, en algunas oportunidades es más alto que el mismo Impuesto Predial». 

He indagado con diferentes expertos, algunos difieren de este concepto. Por eso, por ser tan técnico, tan puntual pero confuso, es que los concejales responsables deberían públicamente explicar cómo se comporta lo que aprobaron.

En el caso de los otros cuatro dedos de la mano, ni para qué hablar extensamente, si durante años o meses se ha dicho lo necesario. Pero creo que el caso que resume la ligereza con la que se asumieron los debates de mayor trascendencia es el de la alimentación escolar (PAE). Creo que no se agotaron todas las instancias necesarias para consultar con los entes responsables qué otro camino seguir, si se mantenía la decisión de no comprometer las vigencias futuras excepcionales porque la suspicacia, o quizás el revanchismo, así lo impedía.

Hoy tenemos miles de estudiantes de las Instituciones Educativas de la casi ciudad sin alimentación escolar porque varios concejales sobrepusieron sus intereses económicos o diferencias personales con el exalcalde y compañeros de curul, al bienestar de quienes instrumentalizaron para llenarse la boca y presentarse como los defensores de los niños y la juventud de Girardot.  

¡No se escuchan los ¡mea culpa!

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.