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ANATOmía del derroche

ANATOmía del derroche

Girardot hará presencia por tercera vez consecutiva en este gobierno en la Vitrina Turística Anato 2022. La de Lozano, ha sido una Administración sumamente juiciosa en ir cada año al evento de marca internacional sin presentar resultados sobre la gestión realizada.

La Vitrina Turística de ANATO tiene como fin fundamental «posicionar la oferta turística de los expositores a nivel nacional e internacional», con la gran posibilidad de realizar «negocios con aliados estratégicos». Negocios, que dentro de la lógica de la realidad empresarial deben reflejarse de manera demostrable, situación que, al menos en los últimos dos años, no ha ocurrido.

En el 2020, cuando se hablaba de un cambio de ruta en el manejo de la cultura en la casi ciudad con el nombramiento de Angélica Araujo Lemus como directora del área misional del Instituto Municipal de Turismo, Cultura y Fomento (IMTCF), se destinaron para asistir según ella misma, una suma aproximada a $49 millones. ($15 233 000 para el alquiler del espacio de 18 metros cuadrados, y $34 millones para la contratación del operador logístico).

Lo atractivo en esa ocasión fue la intención de la directora de realizar por primera vez en la historia del Instituto un balance de la participación, midiendo el impacto que sobre el sector turístico proyectara su participación en la Vitrina. «Esto no se puede quedar solamente en la participación, y mucho menos siendo la primera de esta Administración, a esto hay que después de realizar la feria Anato decir, bueno […]: ¿cuántos negocios se lograron señores? […], ¿cuántas personas llegaron a su hotel? […], ¿qué negocios?, ¿qué lograron hacer? Y evaluar eso para así mismo decir el año entrante […]» qué estrategias adoptar, sentenciaba Araujo.

Para la directora misional la Vitrina era «[…] una excelente plataforma de negocios que permite conocer la dinámica turística del país, realizar alianzas estratégicas, mejorar la ocupación hotelera, conocer las novedades del sector, establecer relaciones profesionales y contactos». Pero llegó la pandemia y todos los proyectos y diálogos que se afirmó habían tenido, incluso con República Dominica, fueron imposibles de demostrar.

En el 2021 ya no se encontraba Angélica Araujo Lemus al frente del Instituto. El compromiso fue para Edilberto Guarnizo, quien pensó sorprender con un concepto que blandió como lo más novedoso, llamado realidad aumentada. En sus palabras, lo que pretendía con la instalación de una pantalla que manejaría fotografía 360, era que «[…] la persona haga una inmersión de tipo virtual por los sitios que queremos mostrarle. En este caso los sitios turísticos de Girardot, y darle movimiento a determinados sitios como la ruta mural, la locomotora y el monumento de La Danza del Sol.  Esos son tres puntos insignes de nuestra ciudad».

En ese momento se mencionó un valor aproximado a los $70 millones. En palabras de Edilberto Guarnizo la participación del 2021 estaba enfocada a «[…] que se generen negocios, que se generen contactos para que la gente venga, invierta en la ciudad, y que crean que Girardot es un destino maravilloso».

Pero como si se tratara de una estrategia sistemática, tampoco hubo resultados evaluables sobre la participación. Según Guarnizo hubo un «balance muy positivo». Llegó incluso a hablar sobre darle continuidad a conversaciones iniciadas en el 2020 con las embajadas de Japón y Francia, de las que nunca se dieron a conocer resultados, como tampoco de los beneficios para el turismo local por la suma «invertida». Su «balance muy positivo» fue subjetivo, por lo tanto, incalculable e incierto.

Para este año, demostrando la inestabilidad administrativa de esta Alcaldía, tenemos a un tercer responsable de la participación en la cuadragésima primera Vitrina Turística, Alex Castellanos Lugo.

Ya en la publicación del sábado pasado (19.02.22) Plus Publicación dio a conocer algunos aspectos para este 2022, en el que la casi ciudad invertirá, mal contados, más de $50 millones de pesos. Me atrevo a decir que la suma pasará por ahí.

Se comprometió a que en esta ocasión se acordarán alianzas con otros actores turísticos; a «estar presente en las reuniones y los convenios». Lo que induce a pensar, entonces, que, en el lapso de siete meses o menos, si las denuncias contra su nombramiento de director general del IMTCF no prosperan, la ciudad sin las acacias tendrá noticias explicando para qué sirvieron más de $50 millones de pesos en ANATO, en un estand de 3x3.

En síntesis, y sin cifras ajustadas pero cercanas de acuerdo a lo que los responsables han declarado en su momento, la casi ciudad ha malgastado alrededor de $169 millones en 9 días, durante tres años consecutivos. Es decir, se han utilizado en promedio $18 700 000 diarios para unos resultados que han sido invisibles a la vista de todo Girardot. Pues no se conoce ninguna evidencia física, en términos de beneficios en pesos o dólares, que demuestren que esas cantidades han sido inversiones y no despilfarro.

Justamente una de las características de la realidad empresarial se basa en la «explicación lógica de los resultados ante las inversiones». Aquí en Girardot lo que se ha venido murmurando es la explicación ilógica de las inversiones, a través de palabras sosas, sofismas, física y empalagosa verborrea.

Tal como ha sucedido en los años recientes, no es profesional que un ejecutivo pretenda explicar inversiones en pesos, a través de «gráficas sintácticas». Es imposible, inadmisible, mediocre. Si Girardot no tiene, como en efecto sucede, estadísticas que demuestren de qué manera impacta positivamente participar anualmente en ANATO, tampoco tiene la voluntad ni la capacidad de hacer el ejercicio con las agencias de viajes y hoteles para analizar el impacto (positivo o negativo) de esa participación.

Un excelente expositor ubica sus mejores productos en la vitrina para ofrecerlos con especial detalle. ¿Cuáles son los productos que en el 2022 ofrecerá Girardot, si desde los dos años anteriores, y mucho antes, los atractivos y sitios turísticos continúan mostrando decadencia y ruina? Si bien se recuperó el Mirador del Alto, al contrario, el monumento de la Danza del Sol, los ubicados sobre la calle 22 con carrera 7°, el del antiguo reloj (entrada de Salsipuedes), el militarizado Embarcadero Turístico, el ruinoso mapa turístico en el parque Bolívar, o los contenedores destrozados y abrumados de basura sobre el espacio público, no son los mejores exponentes para ofrecerse en una vitrina turística internacional. No nos digamos mentiras: turísticamente Girardot no tiene nada que justifique dilapidar $60 o $70 millones de pesos, al lado de verdaderos cacaos del turismo nacional e internacional.

Claro que es un despilfarro y pésimo ejercicio financiero destinar sumas tan importantes desde el Instituto, un ente que se encuentra desde hace muchos años agónico, con toda clase de insuficiencias, y al que aún no le han encontrado el especialista que lo levante del lecho de enfermo, augurando para desgracia de la casi ciudad que el día menos pensado se anuncie su eutanasia, diciendo seguramente que es debido a su inviabilidad financiera. Así presagio su final.  

Si Alex Castellanos Lugo continúa dirigiendo el IMTCF en seis o siete meses, debemos conocer sus resultados de gestión. En caso contrario, lo más seguro es que quien lo reemplace se escude en maldecir el trabajo actual, dejando nuevamente en el limbo los resultados financieros y de gestión de Girardot en la Vitrina de Anato 2022.

¡Botaratas!

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.