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XIII Encuentro de experiencias pedagógicas alternativas, en Girardot

XIII Encuentro de experiencias pedagógicas alternativas, en Girardot

 

  • Enseñar exige conciencia de ser sujetos inacabados, por lo que siempre se deberá estar atento para continuar construyéndose como sujeto histórico. Paulo Freire.

 

En el contexto de este 2021 y en medio de la pandemia de la Covid19, el magisterio de Girardot celebra el décimo tercer encuentro de EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS ALTERNATIVAS, 13 años de un espacio conquistado desde la subdirectiva de ese momento y sostenida por las que le han sucedido, como el espacio más importante para la educación oficial de Girardot. Inclusive por encima del foro educativo municipal, por ser más amplio y permitir visibilizar el trabajo de todas y todos los educadores de la ciudad y desde todos los campos del saber que hacen parte de los Proyectos Educativos Institucionales -PEI-.

Citaré para iniciar al maestro Julián de Zubiría, quien lleva más de tres décadas impulsando un cambio profundo en la educación Latinoamericana con una propuesta pedagógica implementada desde finales de la década de los 80, con un sólidos programas de investigación y seguimiento, que le ha permitido consolidarla como una propuesta pedagógica con posibilidad de transferirse a otros contextos sociales y culturales.  Desde los años noventa esta propuesta pedagógica adoptó el nombre Pedagogía Dialogante y ha sido transferida a múltiples instituciones educativas de Colombia, Ecuador, México y Perú.

Un país víctima del nefasto modelo neoliberal, exige reivindicar a muchos pedagogos propios y foráneos y recuperar e incorporar su inmenso legado. Es el caso de la pedagogía de la liberación que Paulo Freire propuso, releer sus planteamientos, reflexiones, conceptos y categorías nos permitirán entender la realidad que hoy vive nuestro sistema educativo y que ameritan transformaciones. Paulo Freire planteó la importancia de los círculos de cultura, definidos como una escuela diferente, donde se discuten los problemas que tienen los educandos y el educador y donde  no existe el maestro tradicional que todo lo sabe, ni el alumno que nada sabe, también le apostó como el maestro de Zubiría, a la pedagogía dialogante. Precisamente, esa pedagogía que desde los Centros de Estudio e Investigaciones Docentes -CEID- se orienta, a partir de la conformación de los círculos pedagógicos, donde el diálogo, el debate de las ideas es fundamental para formarnos permanentemente.

La escuela, lo afirma de Zubiría, definitivamente debe privilegiar el desarrollo del pensamiento y la formación ética por encima del trabajo meramente informativo y normativo que desde siempre ha priorizado la educación tradicional. Una educación y una escuela centrada en el desarrollo humano, como también lo planteó Freire, es de hecho contraria y por ende alternativa a esa visión proveniente de la industria que la identifica con capacidades que hay que promover para garantizar competitividad y eficiencia y a la idea frecuente en los maestros de que las competencias son solo aprendizajes de carácter procedimental. Ese tipo de visión dejaría de lado lo más importante para una sociedad que es fortalecer siempre el desarrollo humano.

Las experiencias pedagógicas alternativas -EPA- trascienden ese interés o preocupación por enseñar contenidos para responder pruebas externas, seguir estándares o derechos básicos de aprendizaje. Las EPA, son proyectos que se desarrollan buscando formar para la vida, seres humanos éticos, comprometidos con el bien colectivo, respetuosos de la diferencia, democráticos y amigos del diálogo como la mejor manera de construir conocimiento y saldar diferencias, en procura de construir una convivencia pacífica en un planeta que clama por la vida en todos sus formas. Todo este trabajo es el reflejo de la pasión que siente el maestro por su labor y que impactará contagiando al estudiante por el deseo de conocer y entender su contexto, tanto como a sí mismo. Este tipo de procesos le apunta a la formación integral que permita seres humanos felices con sus logros, con lo que hacen y comprometidos con las transformaciones sociales.

Felicitar y exaltar siempre a los y las maestras, que en este XIII encuentro presentan sus experiencias alternativas, desarrolladas muchas desde tiempo atrás, pero que en estos últimos 18 meses, en medio de la pandemia y con múltiples  dificultades han continuado, entendiendo que este tiempo ha sido también una oportunidad que nos ha permitido repensarnos, innovar en métodos, estrategias y contenidos, de la mano con las familias y con toda la comunidad educativa, precisamente como lo plantea la Ley 115 de 1994 en su artículo 142. La pandemia nos aisló pero a la vez y de manera irónica, ha permitido estrechar lazos de unidad institucional desde casa y a través de herramientas tecnológicas que ya existían pero no habíamos empoderado en la escuela por la dificultad que persiste aún, en materia de conectividad.  Hoy hemos entendido la importancia de fortalecer la participación y la democracia escolar, así como la autonomía y acopiar los fines de la educación que explican claramente la magnitud del papel de la escuela y los educadores.

No cabe duda que los maestros, debemos apostarle a la transformación de nuestras prácticas, este espacio de encuentro y reconocimiento del trabajo pedagógico es esa oportunidad y debe continuarse en ese empeño con el liderazgo de las subdirectivas, de ADEC y Fecode.  ADEC en Cundinamarca somos todos los maestros y maestras, esos mismos que somos, hemos sido y seremos la esperanza de hacer realidad ese otro país posible que sólo germinará en cada aula con el liderazgo de un(a) maestro(a) como usted.

  • Una de las virtudes menos democráticas es la resignación, mientras que la esperanza es precisamente una de las virtudes más democráticas. Estanislao Zuleta.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.