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Regalo para madres y padres

Regalo para madres y padres

Y todo aquel que se atreva, aventure o no le quede otra opción y deba dejar la seguridad de su casa y salir a enfrentar la realidad colombiana, delincuencia organizada, delincuencia común, asesinato de líderes, transporte inhumano para humanos, trancones, derrumbes, inmigrantes, carteles de la toga, Odebrecht, crisis en la justicia, falsos positivos del Ejército, la Policía, la Fiscalía y algunos malos uniformados capturados delinquiendo; congresistas eternamente acomodados, aburguesados y con cero compromisos con el pueblo, etcétera, etcétera… ¡Colombia, como vamos, vamos mal!

La Corte Constitucional a través de la muy cachaca (por su pausado acento, ala), anunció al país la decisión tomada frente a una demanda presentada por Alejandro Matta, profesor constitucionalista de la universidad EAFIT y Daniel Porras, estudiante de Derecho de la Universidad de Medellín, sobre los artículos del Código de Policía, que sanciona el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en el espacio público. Uno de los enunciados de los demandantes reza: «Si los padres no toman las riendas de sus hijos, el Estado no evitará que consuman».

La sala plena, con una votación de 6 a 1, acogió los argumentos y enfatizó en lo que la Corte ha venido defendiendo desde la histórica decisión de 1994; que consumir este tipo de sustancias, se trata esencialmente de una decisión personal.

Ocupado lector, me permite de manera respetuosa y comedida, haga el ejercicio individual, o en el colectivo familiar, laboral, deportivo, académico, en el hospital, ¿qué es para usted o sus contertulios “espacio público”?

No vaya a buscar en el Larousse colombiano o el señor Google. Que no pretendan confundirnos (que es lo más usual en Colombia) que acojamos como espacio público los parques.  No, espacio público son todos aquellos lugares abiertos, por donde los ciudadanos de a pie, pueden y deben transitar y recrearse libre y autónomamente. Bueno, me bajo de Rocinante para buscar una definición más literal y ojalá profunda.

«Se llama espacio público al espacio de propiedad pública, dominio y uso público.  Es el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular en paz y armonía, donde el paso no puede ser restringido por criterios de propiedad privada».

Esta es la definición mundial, y sorpréndase una vez más de la que se formula en el país de las leguleyadas: «El espacio público es el conjunto de inmuebles públicos y los elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados destinados por naturaleza, uso o afectación, a la satisfacción de necesidades urbanas colectivas que trascienden los límites de los intereses individuales de los habitantes». Por favor, alguien que lo pueda traducir al buen romance.

Sancho, nos reímos o lloramos.  Qué léxico, qué claridad de confusión, qué resquebrajamiento cerebral, qué desprendimiento de sabiduría.  Disculpen ustedes, les aseguro que no tengo la intención de causarles una pequeña gran preocupación.  Se de la capacidad de análisis y coherencia al momento de ustedes expresar conceptos, pero la definición de espacio público en Colombia, crea, no un mar de dudas sino todas las posibilidades para que quienes, a través de los años, se apoderan del espacio público, lo sigan haciendo.

Señores de la Corte, ustedes que son ajenos a este tipo de tan económica recreación, unas preguntas. ¿Ustedes, sus hijos, nietos, sobrinos, primos, abuelos y demás familia, visitan, disfrutan los parques?  ¿O al menos se tropiezan con ellos cuando van a sus viviendas, al trabajo, a la academia, al gimnasio o al Club Campestre Los Lagartos?

Por favor, no estoy colocándoles un apelativo, este club está ubicado en la calle 116 72A-80, Bogotá; tiene campos deportivos, amplias zonas verdes, senderos, en fin, ¿para qué ir a un parque público?  ¡Guau!, ni de fundas, dirá la cachaca presidenta de la Corte Constitucional.

¿Por qué siete (7) toman decisiones que afectan a la inmensa gran mayoría de los colombianos? Sí, sí, respóndame, es el orden constitucional; por y para eso existen los poderes.  Sí, sí, gracias. ¿De qué nos ha servido? Cada día estamos peor, la corrupción ha permeado todos y cada uno de los poderes, ¿cierto don Néstor Humberto?

Temas tan álgidos deben ser llevados a plebiscito, el consultar y respetar la voluntad de las mayorías, debe ser una prioridad, pero, sobre todo, una constante.

Ubiquémonos en el escenario local, el villorrio del Magdalena.  Han nombrado como secretaria de gobierno a la doctora Nubia Suárez Tapiero.  Su paso por otras secretarías en la administración municipal, esperamos, sea una suma muy importante en el momento de emprender acciones sobre asuntos que están muy bien demarcados en sus competencias: espacio público, la invasión de los mismos está rayando en la posibilidad de perderlos como tal.

Libere usted a los habitantes de Girardot de tanto ruido, desorden, caos y anarquía. Haga lo que mejor pueda, será ganancia para la comunidad y por ende para el villorrio.  Marque una visual y auditiva diferencia con su antecesor.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.