Columnistas
¿Qué camino tomar?

2020 razones para reconocer y valorar lo que hemos alcanzado, pero también aquello sobre lo cual somos débiles, o peor aún, posponemos la decisión de enfrentar, asumir y actuar, para mejorar nuestra calidad de vida.
Pero ojo, lo anterior no significa ni está enmarcado solo en lo personal, tiene que ver, por supuesto, con lo colectivo. Entiéndase comunidad, sociedad, territorio y demás connotaciones que pueda tener.
Esta reflexión obedece a dos situaciones altamente preocupantes por las que pasa el villorrio grande a orillas del Magdalena.
Pasada la temporada de fin y comienzo de año, no sabemos hacia dónde dirigir una mirada de súplica o esperanza, porque el caos y la anarquía, soportadas durante las fechas en mención, son de olvidar.
Pero no te ilusiones Pancho, la ocupación del espacio público, la contaminación auditiva, visual, y la complicada movilidad, como dijo alguien, “vinieron para quedarse”. Sí, cada día los espacios que son de todos, por su condición de públicos, son invadidos por comerciantes formales que sacan la mercancía de su local a exhibirla sobre el andén y la calle; es la extensión de un dominio mal interpretado. El pagar un arriendo o ser propietario de un local, no le confiere patente de corso para que haga lo que le viene en gana con el espacio público.
Hago la salvedad y el reconocimiento a aquellos comerciantes que son respetuosos de las normas.
El manejo politiquero que se le ha dado a la actividad del rebusque es un patrocinador permisivo y de mirada perdida, sobre el mal y deterioro que se le está causando al “buen vividero”. La apropiación indebida del espacio público está llegando a una dimensión que se convierte en inmanejable e irreversible, si no se actúa.
Señor alcalde Francisco Lozano Sierra, usted encontró este “chicharrón” que alimentaron con afanes personalistas sus dos predecesores. Sabemos de su voluntad y compromiso por reordenar a “Girardot, ciudad de todos”. Ánimo señor alcalde, tiene una difícil, pero histórica oportunidad.
A propósito, señor coronoel (R) Amaya, entendemos se le encomendó la recuperación del espacio público. Le brindamos confianza sobre la responsabilidad asumida. Creemos que el diseño de las estrategias amparadas por la normatividad existente, exigen el actuar de alguien que pase más tiempo dirigiendo acciones con la ciudad, que en el escritorio.
Sugerencia respetuosa, si aún no lo ha hecho, por favor camine por el centro de las calles. Este pequeño ejercicio le mostrará una realidad, a lo cual le sumará el transitar en cualquier sentido de los ambulantes que ahora se apoyan en megáfonos a todo volumen para promover sus mercancías. Me atrevo a pensar que desde su oficina escuchará la oferta de aguacates, piña, chanfaina, arrechón, bananos, etcétera.
Para su información hay empresas informales que hacen presencia en la ciudad con sus equipos rodantes, que he visto en otras ciudades cercanas, violando normas y sembrando desorden. Se les podrá regular, no es complicado identificarlos. Están por la ciudad, y algunos bien uniformados. Adelante coronel, ¡salve usted a Girardot!
Señores concejales, si han perdido el sueño, su organismo muestra alteraciones, los comentarios que de toda índole reciben sobre el tema de la elección del personero a través de los medios, las redes sociales, el proceso apenas se inicia. En mi lejana procedencia no había tenido conocimiento de situación tan particular.
Preguntas a montón: ¿cómo fue el atrevido manejo? ¿Quiénes lideraron la estrategia? ¿Existió algo más que palabras? ¿Los nuevos confiaron en la “experiencia” de los antiguos? ¿Perdieron el horizonte de campaña y el propósito de servir en forma “desinteresada” a la ciudad?
Bajo cualquier aspecto es lamentable la breve historia del proceso de elección del personero en cada una de sus etapas.
Y a los nuevos concejales, capitalicen esta desagradable vivencia de manera individual, y por qué no, colectivamente.
En el escenario de la democracia existen vicios enraizados y sempiternos, que se arrastran como serpientes al acecho, y vuelan como cóndores visionarios, parlotean con voz fuerte, según la ocasión y el fin que se propongan y del cual siempre buscan lisonjas o prebendas.
Jóvenes concejales, no desaprovechen esta oportunidad de trabajar y alcanzar beneficios en pro de la comunidad. Si el afán es cambiar carro o estrato, se perdieron.
*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.