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Girardot, el Edén

Girardot, el Edén

Viendo el acontecer diario de nuestra ciudad, ante el silencio de la realidad que estamos viviendo me he permitido equiparar el Edén, lugar de paz y tranquilidad, con nuestra ciudad.

Edén significa: lugar muy agradable en el que se está a gusto y se es feliz, lugar de paz, armonía, en donde todos conviven pacíficamente, el sufrimiento está prohibido, en lengua hebrea el término «Edén» alude a lo «excelente y delicioso», y de inagotable esperanza.

En este orden de ideas, meditando sobre el párrafo anterior, ¿será que nuestra ciudad se pude considerar El Edén? Para algunos tal vez sí, debido a que todo lo que acontece en nuestra ciudad no transciende más allá de los límites del municipio, para la prensa nacional, para los noticieros nacionales, es como si Girardot no existiera, los corresponsales de dichos medios callan con respecto a lo que sucede en nuestro municipio. Es por ello, que la realidad que vivimos no se conoce a nivel nacional. Los lectores podrán haber observado que los medios antes enunciados hablan de otros municipios, pero el nuestro, nunca tienen una línea que refleje el acontecer diario.

Muchos se preguntan por qué será que callan, les puede faltar independencia, falta de compromiso para con sus oyentes y escuchas, o compromisos con la Administración de turno. No se puede ocultar algo que es tan evidente, ya no se puede andar con tranquilidad por nuestras calles ente la inseguridad que nos rodea, no se puede seguir conviviendo con ella.

Desglosando lo anterior, ¿será que la ciudad de las acacias es un lugar de paz, armonía, agradable, en la cual se convive pacíficamente?, nada más alejado de la realidad. Día por medio se presenta un asesinato, hurtos, robos, los consejos de seguridad no conducen a nada, las medidas que se toman son insuficientes.

Qué armonía y agradable puede ser, cuando las actuaciones de la Administración no tienen en cuenta las necesidades de la población; todas las vías de la ciudad destruidas, los recursos del municipio se dilapidan en contratos que no satisfacen las necesidades de la comunidad, la mala prestación de los servicios públicos, el espacio publico se ha perdido, la incapacidad de la Administración de adelantar por si misma las competencias dadas por la ley. La solución a esa incapacidad es acudir a la concesión, y acudir a la creación de sociedades de economía mixta, aquellas y esta se quedan con ingentes recursos de nuestro municipio.

La Armonía hace Relación de paz, concordia y entendimiento entre dos o más personas. Cuando el nominador designa en un alto cargo en la Administración a girardoteños, secretarias de despacho, muchos critican esos nombramientos, podría decir que son antropófagos, es a devorarlos; y si nombra a un foráneo cuestionan dicha designación, tomando como argumento que, si es que no hay oriundos de Girardot capaces de desempeñar dichos cargos.

La contaminación auditiva, el ruido es ensordecedor, más allá de los decibeles permitidos, y las autoridades competentes impasibles ante ello. ¿Se puede convivir con tranquilidad con ese ruido ensordecedor? Obviamente no.

La esperanza retornaría cuando la Administración satisficiera las necesidades básicas de la población, que su actuar respondiera a las inquietudes de la población. Inquietudes que son muchas, y que casi nunca son atendidas. Cuando la cultura ciudadana se viera reflejada en el comportamiento de esta, cuando se respeten las señales de tránsito, cuando el peatón pueda andar por los andenes sin obstáculo alguno, cuando se respeten las cebras, cuando el espacio público se recupere, cuando los recursos públicos sean aprovechados con eficiencia y eficacia, cuando los servidores públicos acudan al llamado del Concejo Municipal y no eludan esa responsabilidad, cuando los organismos de control y de investigación actúen como  ordena la ley.

Concluyendo, para ser el Edén, nos falta mucho, pero no podemos perder la esperanza, debemos comenzar a cambiar, tanto los administradores de turno, y nosotros como ciudadanos. Considero que en esta Administración no fue posible, próximamente tendremos la posibilidad de comenzar a cambiar, de acercarnos a ese lugar de paz, tranquilidad, armonía, etcétera. Muchos dirán es una utopía, es un sueño, no pude ser realidad, pero debemos comenzar en pro de ello.

Parodiando al jefe indio en carta al presidente de los es Estados Unidos, quien le manifestó al presidente:

—¿Dónde está el matorral?

—Destruido.

—¿Dónde está el águila?

—Desapareció.

—Es el final de la vida y el inicio de la supervivencia.

Nosotros los girardoteños tenemos que seguir viviendo, con esperanza por el cambio, que nos brinde la posibilidad de un mejor vivir, de un mejor estar, para las generaciones venideras. El cambio debe iniciar ya, sin dilaciones, ni temores.

  *Luis Roberto Acosta Díaz ha sido jefe nacional de control interno de la ESAP, decano de la facultad de Ciencias Políticas y Administrativas de la ESAP; contralor municipal de Girardot y gerente de la Empresa de Teléfonos de Girardot, entre otros cargos.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.