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Cantares de Navidad

Cantares de Navidad

«Navidad que vuelve, /tradición del año/unos van alegres/otros van llorando. /Hay quien tiene todo, /todo lo que quiere/y sus Navidades/siempre son alegres. /Hay otros muy pobres/que no tienen nada, /son los que prefieren/que nunca llegaran. /Navidad que vuelve, /tradición del año, /unos van alegres/y otros van llorando».

«Un año que viene/y otro que se va, /tanto trabajá/y no pasa na´/siempre la misma vaina».

Discusiones en la mesa intersectorial que estudiará y buscará un acuerdo sobre el salario mínimo que regirá para el 2019.  O soy muy joven o no tengo memoria; pero no conservo fresca una decisión por consenso entre las partes; normalmente el gobierno lo determina, ¡y ya!, todos lo entendemos.

Más que aceptar que el incremento del salario mínimo afectara no solo a quienes acceden al mismo, como fruto de su trabajo, (llámese obrero, mensajero, auxiliar, vendedor de mostrador, impulsador u oficios varios), sino a todos aquellos a quienes por su condición contractual, cuyo ingreso mensual es mayor a un salario mínimo mensual, sus empleadores, gracias a la normatividad existente, les hará un aumento mensual, equivalente al porcentaje autorizado; ordenado, pero no concertado.

Esto trae las normales y angustiantes consecuencias para una familia «beneficiada» con este aguinaldo, que contrasta, mengua, no se compadece, y menos presenta un equilibrio entre el aumento y la escalada de alzas que se presentan a comienzo de un Año Nuevo; el poder adquisitivo presenta una baja complicada de balancear.

-Amigo Sancho, según la reciente historia de un hermoso país llamado Colombia, la pirámide social, económica y académica tiende a desaparecer y su base será cada vez más amplia.  Y seguirá cargando sobre sus hombros la antena de los privilegiados como consecuencia cada vez más visible de la unión y defensa de los poderes sociales, económicos y políticos, que se han consolidado gracias a la defensa de sus intereses y la indiferencia de un pueblo, que sus temas preferidos son las telenovelas, los partidos de fútbol, los realitys, la rumba y las épocas preelectorales.

-Pero don Quijote, ¿cómo es posible que no se levanten voces de protesta y se enarbolen banderas en defensa de una mayoría?

-Sancho, voces, lo que se dice voces, claro que se escuchan en los corrillos o mesas de café. Pero los colombianos son conformistas y de mucho bla, bla, bla.  Y lo expreso con todo respeto y algo de atrevimiento, basado claro está, en su más reciente historia, tomada a partir de lo que ellos llamaron guerras civiles.

Hago esta mención Sancho, para significar cuántos años llevan los colombianos en luchas fratricidas; entre 1812 y 1886, sufrió nueve guerras civiles de alcance nacional.  Además hubo otras catorce menores de carácter regional. 

Sin embargo sería en 1848-1849, cuando se constituyen los dos bloques permanentemente enfrentados entre sí durante todo el resto de la centuria.  Liberales y conservadores.  Cada uno tenía el objetivo de conseguir el poder del Estado central para retenerlo y usarlo en excluir a su rival.  Confrontación que periódicamente empedraba, hasta que la movilizaban al vulgo para ir a las armas.

Sancho, son tristes ejemplos y referentes históricos.  Y cierro este punto recordándole una de las más mencionadas, la Guerra de los Mil Días (1889-1902).

Ella tuvo como su escenario este terruño que nos acoge.  Por esa adopción que orgullosamente hemos recibido del villorrio del Yuma, me atrevo a entregar algunas opiniones a veces generales, a veces particulares, del comportamiento de las gentes de tan atractivo y maravilloso reino.

Un año que viene/y otro que se va, /tanto trabaja´/y no pasa na´/y siempre la misma vaina. /

Nuestro mayor deseo que para el año 2019 la cifra de 796 000 niñas y niños que trabajan en Colombia, baje a cero.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.