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Reactivar la economía no es sinónimo de irresponsabilidad

Reactivar la economía no es sinónimo de irresponsabilidad

Resulta increíble que después de quince meses de estar lidiando con la COVID-19, haber agotado todas las campañas posibles, haber llenado las redes sociales de inagotable literatura, invertir miles de millones de pesos en estrategias para mitigar el contagio, y mil cosas más, haya todavía actos incomprensibles como los de la Alcaldía municipal de Girardot, que en pleno ascenso del pico epidemiológico monta tarimas para ayudar a la reactivación económica, como si esto último fuera una condición irrenunciable.

Digo lo anterior porque llama la atención de manera especial dos publicidades realizadas por la oficina de prensa de la Alcaldía de Girardot el pasado sábado 12 de junio. La primera, a las 5:00 de la mañana dando a conocer el Boletín Epidemiológico local, con 366 casos activos de COVID-19, y el 98% de ocupación de camas UCI. La segunda, a las 9:25 de la noche sacando pecho por la fiesta que armaron en alguna tarima del centro de la casi ciudad entregando premios, rifas, regalos, para reactivar, dicen ellos, la economía del municipio.

Un hecho desafortunado si se tiene en cuenta el pico epidemiológico que viene presentando la casi ciudad desde antes del recién terminado puente festivo.

Y coloco de presente las horas de las publicaciones en la página oficial de Facebook de la Alcaldía, porque cuando se armó la fiesta en diferentes sectores de la casi ciudad, como lo expresa la comunicación publicitaria, desde las cinco de la mañana del mismo sábado ya había un reporte de 366 casos activos de COVID-19 acompañado de una alarmante noticia: el porcentaje de ocupación de camas UCI era del 98%. Es decir, solamente una cama estaba disponible para atender a un paciente con la enfermedad.

Pero esto no fue óbice para armar tarimas propiciando aglomeraciones que las mismas fotografías demuestran. En una de las siete fotos publicadas se alcanzan a contar diecinueve personas sin distanciamiento, entre las que se encuentra un joven que aparece en la parte inferior derecha de la foto con el tapaboca mal colocado.  Pero el texto que acompaña las fotografías dice al final con algo de severidad y autoridad: «La reactivación de manera segura es un hecho».

Si el comercio debe abrir las puertas para reactivar la economía y que las personas que necesitan generar sus ingresos para sobrevivir salgan a vender sus artículos, que lo hagan, es razonable y justo. Nadie sensato y con dos dedos de frente se opone a ello. Lo que no es plausible ni coherente con el discurso de siempre, es que la misma Alcaldía sea la que infrinja la norma so pretexto de apoyar al comerciante, y hacer ver a los que llegan de otras partes un municipio boyante y activo comercialmente, sugiriéndoles que en Girardot el pico no existe.  

Y que no vengan a decir que la situación les reventó en la cara en el momento menos pensado porque no es así. Si se observa la semana del 6 al 12 de junio el porcentaje de ocupación de camas UCI fue del 91%.

Cifra que debió ser tenida en cuenta para tomar medidas oportunas en tiempo real, y no estar abrumados ante escenarios complejos que dificultan la labor del personal de salud, y atentan contra la salud pública de una parte de la casi ciudad.

Entretanto, la oficina de prensa de la Administración municipal dio a conocer el día de ayer lunes (14.06.2021) dos comunicados entregados por la Secretaría de Salud. Uno de ellos dirigido a la opinión pública reportando el comportamiento epidemiológico de la COVID-19 en la casi ciudad, en el que de acuerdo al porcentaje de ocupación camas UCI (92%), y el porcentaje de personas infectadas (37%), «Evidencian la crítica situación que vive actualmente el sistema hospitalario municipal».

En el segundo comunicado, además de algunos números repite nuevamente que es « […] fundamental el cumplimiento de lo establecido en la resolución (sic) 666 de 2020 respecto de los protocolos de bioseguridad […]».

Despojarse de responsabilidad la Administración municipal por provocar aglomeraciones desde tarimas organizadas en pleno puente festivo, no es aceptable. No puede ser que hace algunos meses, de pronto con unos números menos preocupantes en el municipio y en el país, se emprendiera una cruzada sin piedad hasta las mismas casas de familia prohibiendo las reuniones de sus integrantes.

Pero ahora sí, con los números más altos de muertes por COVID-19 en el país, y con un ascenso importante en el número de positivos y porcentajes de camas UCI ocupadas del 89, 98 y 100% en Girardot, no importa armar tarimas, entregar regalos, hacer rifas, cuando por tradición y cultura se sabe que las personas se hacen matar por una chichigua por la que no tengan que pagar.

Ya se sabe que quieren gobernar la casi ciudad a punta de fotos y frases impactantes pero intrascendentes, si esa es su estrategia, perfecto. Pero no confundan al pueblo vendiéndoles la idea de que reactivación económica es sinónimo y trae consigo obligatoriamente la apertura de eventos públicos sin determinar aforo ni su control, propiciando precisamente aglomeraciónes. Eso no es verdad.

No toda la responsabilidad puede descargarse en la comunidad, porque ustedes como Administración municipal, como Gobierno municipal central, ¿entonces, por qué responden?

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.