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¿Ha estado bien administrada la Cultura y el Turismo en Girardot?

¿Ha estado bien administrada la Cultura y el Turismo en Girardot?

Lo que convierte la discusión sobre cómo se administra el Instituto Municipal de Turismo, Cultura y Fomento de Girardot (IMTCF) en un tema ineludible, es que tiene dos responsabilidades notables: apoyar e impulsar la economía desde lo turístico, y el desarrollo humano y de ciudad a partir de lo cultural y artístico.

Pero hablaré de Cultura, por la importancia que tiene construir identidad como base de un sentido de pertenencia imposible de fecundar en la casi ciudad. Sin olvidar estrategias para salvaguardar el patrimonio histórico y cultural, respeto a los espacios de participación, y lo que durante años ha estado ausente en la agenda, procesos en la formación artística y cultural que ubiquen a Girardot como una ciudad culta en el contexto nacional e internacional a través de organización y planeación, y no como ha sucedido repetidamente, a partir de la improvisación.

Pero estos análisis no salen de la lista del mercado que enumeran los últimos coordinadores de Cultura, o los delegados del presidente ejecutivo del IMTCF ante el Concejo o los medios de comunicación.

Hay que cambiarle la ruta al Instituto. Realizar un control político no sobre metas cumplidas (bastante discutibles), sino auscultando su funcionamiento administrativo acompasado con su ambivalencia de «modo camaleón». Cuando conviene, es un ente autónomo e independiente, pero en otras ocasiones depende rígidamente de la Alcaldía de Girardot. Una dualidad que sin duda ha perjudicado su operatividad y Misión.

Y hay que preguntarlo en voz alta: ¿por qué nunca se analiza profundamente la parte financiera del IMTCF? Sus visitas repetidas al Concejo cada dos o tres veces al año, con la enumeración sosa de actividades ya conocidas, o elucubraciones en tiempo futuro que luego de dieciocho meses dejan demasiadas preguntas en el aire, no permiten ver con claridad lo que sucede en su interior.

Cada vez que se coloca sobre el escritorio el tema del presupuesto y ejecución del dinero para Cultura aparecen reacciones de disgusto, malestar, evasivas, silencios. Casi nunca hay disponibilidad de recursos para gestores, colectivos o proyectos culturales, a no ser que tengan cercanías especiales. Situación que obliga a la reflexión de cómo se administra y con qué criterio, las arcas del IMTCF.

La manera particular de administrar la Cultura en la casi ciudad es urgente de analizar. Por ejemplo, cómo se comportan las transferencias que alimentan al Instituto y de qué manera impactan en su gestión y funcionamiento.

Veamos: según información oficial del IMTCF del 12 de marzo de 2021, este tenía pendiente de recibir por transferencias de la Alcaldía de Girardot por concepto de Estampilla Procultura la suma de $368 733 926 pesos. Los dineros de este impuesto deberían ser girados mensualmente, « […] a más tardar dentro de los primeros cinco días de cada mes».

Contrario a lo que dice el Acuerdo Municipal 014 de 2015, según el mismo IMTCF, el dinero de Estampilla Procultura del mes de noviembre de 2018 se transfirió el 7 de marzo de 2019 ($29 844 797); el de mayo de 2019, el 15 de octubre del mismo año ($23 402 250).  El de enero de 2020 el 23 de julio siguiente ($32 505 134).  Así, quince transferencias más que nunca fueron efectuadas durante los primeros cinco días del mes, sino después de varios meses, suman desde noviembre del 2018 hasta junio de 2020 la cantidad de $285 289 492.

Con Ser Regionales no es diferente, incluso es más preocupantes. Al 12 de marzo de 2021 no se registraba transferencia por el impuesto de degüello al ganado mayor ni por pesaje del presente año.

Ante el incumplimiento o imposibilidad de que Ser Regionales transfiriera el dinero de los impuestos anotados, se han firmado dos acuerdos de pago en los últimos dos años. El primer acuerdo se firmó el 12 de febrero de 2020, por $81 965 008. Es importante subrayar que de la suma antes mencionada, $51.933.272 es cartera pendiente de 2016 al 2017 por degüello y pesaje.

Tuve acceso el borrador del segundo acuerdo enviado por Deivis Fernández Aguirre, gerente de Ser Regionales, al correo electrónico de Plus Publicación el 3 de febrero de 2021, en el que se muestra una deuda de agosto a diciembre de 2020 por $103 691 148.

¿Quién responde por los dineros de 2016 a 2019? ¿Cómo avanzan los acuerdos de pago de 2020 y 2021? ¿Qué acciones legales ha adoptado la Alcaldía o el IMTCF para la recuperación de la cartera de estos casi cinco años?

He aquí la pepa del asunto. ¿Cómo es viable una entidad descentralizada y autónoma si depende de transferencias que llegan tardíamente o, lo que es peor, nunca llegan?

¿Con qué criterios se administra la gestión? ¿Se racionalizó la vinculación de contratistas en el 2020 (año de aislamiento preventivo) y 2021 optimizando su labor? ¿Las actividades desarrolladas fortalecieron procesos culturales, o fueron momentos de entretenimiento?

Escuchando la intervención de Edilberto Guarnizo, coordinador del IMTCF, en la sesión del Concejo el pasado sábado 3 de julio sorprende que la donación de 3000 volantes despierte tal emoción. ¿Tan mal se encuentra el Instituto que necesita recibir $24 000 pesos de donación?

Habló de la banda presinfónica. En la relación de contratistas 2020 hay un valor por $9 000 000, y otro al parecer por $2 600 000 sobre ese concepto. En su informe del sábado dice estar buscando alianzas que ayuden a « […] cofinanciar la adquisición de nuevos instrumentos musicales […] con el fin de procurar la creación de una banda sinfónica […]». Es decir, se han invertido más de $9 000 000 millones en presinfónica, ¿y no hay instrumentos ni presupuesto para su adquisición?

Y a propósito, ¿en dónde están los instrumentos de la banda sinfónica que se desintegró por allá en el 2017 o 2018? ¿Hay inventario de ellos?

Es evidente que se necesitan respuestas claras para entender qué sucede con la Cultura en Girardot a partir del IMTCF. Para qué esperar la sorpresiva noticia de que hay que entregarlo en concesión o liquidarlo, porque es inviable, pero sin explicar aciertos y desaciertos de sus manejos administrativos.

La Coordinación de Cultura necesita renovarse generacionalmente. Las épocas han cambiado y la cultura exige enfoques más dinámicos y modernos, en donde la inclusión, el colorido, la alegría, la innovación, la preparación académica, las ideas frescas sean esenciales dentro de un enfoque progresista, en donde el respeto a las ideas y la novedad introduzcan a Girardot en una era de modernidad evitando que se sumerja en un anacronismo que le niega brillo y posibilidades frente a municipios como Cajicá, Tabio o Tenjo, que van a la vanguardia de la cultura en Cundinamarca con personas innovadoras, de ideas jóvenes y mente abierta.

El trabajo de la delegada del presidente ejecutivo, Saida Gálvez Chávez, es serio y comprometido, con talante ejecutivo. Pero puede tener tropiezos en su gestión al tener dos carteras tan complejas como Secretaría de Desarrollo Económico y Social, y el IMTCF.

Ambas exigentes por las metas a cumplir invitarían a una reestructuración de sus direcciones. Permitiéndole a Saida Galvez mantenerse como la delegada del presidente ejecutivo del IMTCF, en procura del equilibrio y el respeto a los que sin intereses económicos entregan su piel por la cultura.

*Consejero de Cultura Municipal.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.