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¿Fisuras en el uribismo? Todo parece que sí

¿Fisuras en el uribismo? Todo parece que sí

El domingo 26 de agosto en horas de la noche, luego de la Consulta Anticorrupción que obtuvo aproximadamente 11´671.000 votos, el presidente Duque en su discurso marcó territorio entre líneas, con un «Yo soy el presidente y no soy marioneta de nadie».

Paradójicamente el gran derrotado es Uribe, que no hizo otra cosa ese día que, restregar con su trinadera «lo antiético de esta consulta», haciendo ver que, quienes organizaron la Consulta eran unos delincuentes (léase: Claudia López, Angélica Lozano, Mockus, Petro, Robledo etc.).

Creo que en el discurso del presidente Duque, ese domingo en la noche, comenzó la desarticulación del Uribismo, que va a marcar un antes y un después. Al leer entre líneas a Duque hay que decir que quedan en claro dos cosas: Primero, «Yo no soy marioneta de nadie», y segundo, «Yo soy el presidente y Uribe no es mi mentor”.

Si yo fuera Uribe, estaría muy molesto porque lo desautorizó en todos sus trinos domingueros y antes del domingo, porque Uribe llevaba 15 días saboteando la Consulta, luego de haber sido aprobada por su bancada en el Congreso.

Creo que, la razón por la cual Duque no pudo hablar de cómo debía ser ese pacto anti corrupción, ni llamar o invitar a las personas que debía haber llamado para ese pacto, era porque todavía está en proceso de deslindarse de Uribe.

¿Qué significa todo esto? Pues que Uribe se está quedando sin argumentos porque el costo de la Consulta Anti corrupción (300.000 millones de pesos) muy cuestionado por el Uribismo, que se lo achacaban a Claudia López, la verdad se lo deben achacar es a Uribe, ya que fue el quien propuso en el Senado a sus huestes no aprobar la Consulta antes de la segunda vuelta presidencial sino para después, y con esa decisión lo que hizo Uribe fue que la Registraduría dispusiera de todo ese dinero; porque si Uribe no se hubiera opuesto a que la Consulta se hiciera el mismo día de la segunda vuelta presidencial, pues nos habríamos ahorrado toda esa plata. Por lo tanto, Uribe es el culpable de que costara más de 300.000 millones de pesos.

Cuando sale elegido Duque, Uribe se dedica a bombardear la Consulta Anticorrupción que había sido señalada de votar el 26 de agosto. Uribe en el Congreso la aprueba como estrategia para el cálculo político, y por fuera la sabotea. Así es este personaje, que todo el tiempo le hace daño no solo al país sino a su maltratada democracia.

Por lo anterior, y otras señales de Duque, como mantener en sus cargos a algunos funcionarios del expresidente Santos, vemos que este es el comienzo de una ruptura con Duque, pero, además, el comienzo del descenso del Uribismo en Colombia.

Hace poco Uribe envía a Paloma Valencia a radicar un proyecto de ley para eliminar todas las Cortes, incluida la que lo tiene al borde de la cárcel, y Duque cree que no ve conducente chocar con las Cortes.

¿Será una estrategia para que no los traten de títere y titiritero? ¿Sólo una forma de embaucar bobos?

Amanecerá y veremos…

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.