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¿Alguien sabe para dónde vamos?

¿Alguien sabe para dónde vamos?

La pandemia ha generado tan variadas situaciones en torno a nuestra cotidianidad anterior a marzo del 2020, que modificó rutinas, compromisos, disciplinas y hasta cierto tipo de actitudes.

Algunos aceptaron y aplicaron desde un comienzo las recomendaciones y medidas tomadas por el Gobierno nacional, departamental y municipal, pero no faltan los que se creen inmunes y asumen comportamientos que desafían lo personal, comprometen lo familiar, y que por ende ponen en riesgo a los demás ciudadanos que se cruzan con ellos en los espacios comunes.

Cada uno de nosotros puede tener su concepto de vida y el significado que le representa; muchos coincidirán en valorarla, apreciarla, protegerla y defenderla, como un don preciado desde lo individual, hasta el núcleo que representa la familia o más allá, la humanidad misma, los tejidos sociales, y con una mirada sensible y pródiga en disfrute por la naturaleza.

Con don Pancho estamos apegados a lo ordenado: “aislamiento social”. No ha sido nada fácil para dos nómadas y sus cabalgaduras adaptarnos al nuevo escenario, en razón a que ya habíamos echado al olvido la peste de 1920.

Pero bueno, aquí estamos, seguimos vivos en el recuerdo para muchos, y recién llegamos a quienes están conociendo nuestras aventuras.

Los nuevos desafíos hay que enfrentarlos para superarlos, aprender de lo rescatable y guardar a gran distancia la experiencia vivida.

Amables lectores, se preguntarán ustedes, ¿por qué don Quijote trae a colación tan diario tema? Sí, es cierto, pero me hago la siguiente pregunta: ¿es saludable escuchar noticias mañana, tarde y noche? Y súmenle el programa diario de 6:00 p.m. a 7:00 p. m., del señor presidente.

No generalizo, pero tenemos unos vecinos que reservan primera fila para los noticieros, y cuando coincidimos en alguna área común, su único tema: ¡coronavirus!

­—Veci, ¿sabe cuántos fallecidos van al día de hoy? ¿Cuántos en UCI?, ¿cuántos positivos?, ¿cuántos…? ¿Cuántos…?

—Veci, usted debe ir a bajarle al arroz, otro día hablamos (provoca desearle un feliz año).

Como estamos en la sección de preguntas, algún científico o estudioso de estos nos cuente si estos comportamientos intrínsecos a la personalidad, ¿son saludables? Por favor sus aportes, respuestas, sugerencias, no $) a la página www.permanentementedesconectado.com.co.

Cada uno vive su propia experiencia, las situaciones particulares son eso, “particulares”.  Estamos viviendo un presente que demande reamoldarnos, reinventarnos, racionalizar recursos, redoblar esfuerzos, unirnos y consolidar los núcleos familiares, laborales, deportivos, culturales y de oración, entre otros.

Fórmulas mágicas que tengan aplicabilidad en cada situación sui géneris. No creo que se puedan analizar y tomar lo que se ajuste a lo pretendido, claro que sí.

La innovación para muchos estudiosos del tema, una gran alternativa. El punto es cero negativos, con alto grado de optimismo, ser propositivo, si los días pasan y se agotan o nos saturan las actividades que nos permiten estar saludablemente ocupados, pero adelante algo positivo se te ocurrirá. No olvides las recomendaciones, aprendamos lo que se debe aprender de la pandemia y sus consecuencias en todo orden.

Nos duele conocer de casos de corrupción amparados en la emergencia y la necesidad de atender a tantas familias que sufren consecuencias por la pérdida de empleo y la baja demanda de servicios.

No es aceptable que algunos servidores públicos, cohonestando con particulares busquen beneficios a costa de una crisis humanitaria. Lo anterior no significa que gocen de patente de corso para que en épocas normales sean iguales de corruptos.

Este mal tiene raíces tan profundas que muchos lo consideran normal, son oportunidades para aprovechar, no les importa abastecerse de carne de burro y así cumplir con lo contratado en el marco el Programa de Alimentación Escolar (PAE). Satisfaciendo su codicia sin importar los perjuicios que causan a los que deberían ser los beneficiarios.

El anterior es un pequeño ejemplo en cuanto a porcentaje. Ni que hablar de lo que tiene que ver con infraestructura. Desde la construcción de un andén, una placa huella y otras obras, frente a túneles, puentes, autopistas, edificios públicos, etcétera.

Según el señor presidente, acá no pasa nada que cause preocupación, toda va por buen camino. Por favor remítanse al discurso pronunciado ante la ONU el pasado 22 de septiembre de 2020.

Continuemos mirando hacia el techo, somos inmunes a las cifras, las estadísticas, las realidades. Reguemos el jardín para que no falten las flores.

Sancho, Polombia va de cu…………erpo presente, al acabose sin fondo.

Pero eso sí, ocupando un destacado lugar entre los países más corruptos del mundo.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.