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Y Dios dijo: hágase la luz...¡pero llegó Enel!

Y Dios dijo: hágase la luz...¡pero llegó Enel!

Si existe alguna tragedia cotidiana a la que tenga que verse sometido cualquier cundinamarqués, o al menos girardoteño, es la que trae la tarifa de la energía eléctrica cada mes.

Usuarios con suficientes razones, o influenciados por comportamientos colectivos, o analistas minuciosos del kilovatio/hora (kWh), amas de casa cuidadosas de su presupuesto mensual, clientes varios, todos atinan en decir que las tarifas de la energía eléctrica (entiéndase luz), en Girardot, cada día son más impagables por la manera como trepan los precios.

No es solamente el valor del kWh por lo que reclaman los usuarios de la casi ciudad, sino por la pésima calidad que se recibe del servicio, reiteradamente intermitente, sin que medie explicación por parte de los representantes de Enel Colombia.

Me refiero al extraño fenómeno que ocurre en la casi ciudad, reconocido por todos los girardoteños: basta una leve brisa o una incipiente llovizna para que, en el más afortunado de los casos, se interrumpa el fluido eléctrico (se vaya la luz) una, dos o tres veces de manera continua. Si no es que demora cinco o diez minutos en reponerse el servicio. Esto, dejando algunas veces como resultado el daño de electrodomésticos que, váyase a saber, quién responderá y cómo.

Pero hay una tercera tragedia, no menos torturante que las dos anteriores: el pésimo servicio que prestan algunos de los funcionarios de Enel Colombia en la casi ciudad, denunciado por varios usuarios que obligados por las circunstancias tienen que llegar hasta esa dependencia buscando solución a sus problemas.

En este festín de nunca acabar, hasta los exalcaldes han hecho de este el pretexto perfecto para seguir mintiendo; han prometido traer a nuevos operadores para que mengüen los costos excesivos que amas de casa, jefes de hogar y comerciantes afrontan sin piedad mensualmente. Nunca lo hicieron.

Otros, pescando en rio revuelto y las atarrayas vacías, como el Concejo Municipal de la casi ciudad, que mínimo una vez al año invita a quien en su momento es el representante legal de la empresa para que responda. Si ha llegado una vez, no han sido dos.

Habría que preguntarle al presidente del Concejo Municipal del 2018, cuál fue la respuesta que recibieron por parte de la Superservicios a la carta que se comprometieron a enviar en noviembre del mismo año, redactada conjuntamente por veedores, voceros ciudadanos y el presidente de la Asociación de Técnicos Electricistas de la Provincia del Tequendama, y de la que no se volvió a decir nada.  Irónicamente uno de los motivos de su incierto envío, fue que el representante legal de Enel-Codensa, así se llamaba en esa época la empresa, no asisitió a ninguna de las dos invitaciones extendidas por la Corporación; la primera, del 25 de abril del mismo año.

Hoy día no han cambiado las cosas. Los problemas continúan sin que la Superservicios tenga la autoridad o la intención, no se sabe cuál de las dos aplica, para enderezar el camino. El 17 de diciembre de 2021 esta entidad se reunió con los usuarios en el coliseo del barrio El Centenario; luego de tres horas en las que los usuarios denunciaron los mismos problemas por los que hoy se quejan, nada cambió.

¿Qué es lo nuevo? Que un grupo de presidentes de Juntas de Acción Comunal de diferentes sectores de la ciudad sin las acacias dicen que organizarán un plantón en todo el municipio para protestar por lo que ya sabemos; así lo sentenciaron el pasado domingo en una reunión en las instalaciones de Asojuntas Girardot.

Pero como si los astros se hubieran alineado coincide esta intención de plantón con una invitación de la Superservicios a una mesa de trabajo con Enel Colombia el próximo viernes 28 de junio (víspera de San Pedro), en el auditorio de la Universidad Piloto en Girardot, para tratar temas como atención al usuario, calidad y continuidad del servicio de energía eléctrica. Es decir, la misma temática con más problemáticas.

Entonces, es la oportunidad de demostrar que todos los reclamos y exigencias que se difunden desde diferentes canales, la mayoría de ellos informales, tienen dolientes de carne y hueso. Llegar hasta el sitio es importante ya que se tiene la presencia de la Superservicios, la que hasta el momento parece haber hecho muy poco por la problemática de los usuarios, que en su mayoría se esfuerza notablemente para poder pagar un servicio que «a todas luces» parece ser uno de los más costosos de Colombia.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.