Columnistas
Un año con el pensamiento libre y la opinión responsable

Hoy Plus Publicación cumple un año de haber salido con su página web www.pluspublicacion.com.
Parir esta idea estuvo precedida de acontecimientos que en circunstancias diferentes habrían provocado una rendición inminente y definitiva. Desde la dificultad para encontrar una empresa responsable con el diseño de la página, hasta la ubicación de personas que mantuvieran su compromiso de ser parte de nuestro equipo editorial y periodístico, fueron pruebas que midieron nuestra fuerza por mantener la idea viva.
Mantenernos era necesario, si queríamos insistir en ofrecer un periodismo con nuestro estilo, en el que la seriedad en la investigación y el respeto por el ser humano fueran bastiones inquebrantables e inviolables para la construcción de una opinión pública que también debe ser responsable, crítica, respetuosa y exigente en la calidad y profundidad de los contenidos a los que accede.
El hacernos ver como una empresa que hace un periodismo con un estilo propio, comenzó desde la misma concepción de crear una marca reconocida legalmente. Punto indispensable e inaplazable por la connotación que implica.
Luego, en el ejercicio periodístico en sí, contar con el apoyo y acompañamiento permanente de una periodista con el bagaje y la experiencia de más de 30 años, como lo es Sandra Milena, mi hermana, era preponderante. Además de ser un orgullo, constituye una carta de presentación y garantía de profesionalidad en el manejo informativo del medio y su reputación.
Nuestros columnistas invitados también hacen parte relevante de nuestra intención de generar opinión e invitar a la reflexión. Hoy en día contamos con tres de ellos, los que desde sus escritos también generan opinión y divergencias alrededor de temas que conciernen a la sociedad.
No se puede negar que llevar de la mano este proyecto con la ambición de informar de una manera diferente, tiene sus dificultades. No es suficiente publicar las pocas noticias relevantes que produce Girardot; también está la información regional y nacional que le importa al lector que debe mantenerse informado principalmente con lo que necesita conocer. Hacer esa tarea entre dos personas, es un reto gratificante que asumimos conscientemente, con algunas limitantes.
Limitantes que se compensan con el reconocimiento de aquellos que valoran el esfuerzo y la honestidad en el trabajo realizado. Que sopesan el rigor en la investigación y la inversión de tiempo para poder acceder a una noticia de manera directa, sin intermediarios ni mensajeros.
Información como la del empréstito de los casi diez mil millones de pesos que tomó la administración municipal, las seis o siete horas que transcurren en cada una de las audiencias que se adelanta en el juicio a César Fabián Villalba Acevedo, Diego Escobar Guinea y William Sánchez Orjuela (así alguno de ellos digan que ningún medio de comunicación las cubre); o los reportajes que recreamos alrededor de empresarios emprendedores, protectores de animales, historias de ciudades olvidadas o restos óseos milenarios, colocan una impronta que no nos distingue como los mejores periodistas, sino como profesionales apegados a un periodismo que construye ciudad aferrado a la verdad, respetando a cada ser humano indistintamente de cualquier condición desventajosa en la que se encuentre.
Eso precisamente ha hecho que el número de seguidores no se nos convierta en una obsesión enfermiza, por la que terminemos pisoteando la privacidad de las persona por atrapar un like o cautivar un lector. Estamos convencidos de que sin necesidad de utilizar el morbo como un argumento periodístico, ni la visceralidad como un transmisor de emociones irracionales, ni el plagio como el camino más corto a la «ética» y la oportunidad, podemos ser interesantes para un público atraído por la noticia clara, la crónica reveladora, el reportaje inédito, la opinión respetuosa. Esos seguidores, en silencio, nos confirman diariamente que no estamos por el camino equivocado. Puede ser el camino más lento, pero es el camino correcto si queremos propugnar por una opinión pública madura y con criterio.
Hoy debo reiterar nuestro compromiso de mantener un pensamiento libre de prejuicios, amenazas económicas, dádivas o conveniencias. Y la certeza de que una opinión responsable es una condición que conlleva, sin preámbulos, al respeto por el ser humano; es la invitación inequívoca que se le hace a la sociedad de anteponer a la ligereza y al señalamiento apresurado, la cordura y el desapasionamiento cuando de hablar de la condición humana se trate.
Seguiremos informando.
*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.