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¿Aparecerán las llaves del mamut blanco?

¿Aparecerán las llaves del mamut blanco?

Si hay una radiografía que permita auscultar y diagnosticar la patología que ha postrado a Girardot casi como un vegetal en el último cuatrienio, el viacrucis de la Unidad de Atención Primaria en Salud no solo es suficiente sino ideal.

La antigua cárcel de Girardot en pleno centro de la casi ciudad pasó de ser el purgatorio en donde se expiaron pecados y penas, para convertirse en una edificación de un valor aproximado a los $7000 millones, que, desde su entrega, cerca de siete años, no ha sido más que un ente inútil por la ineptitud de sus administradores y concejeros (la c es adrede).

Y cuando se pensó que iba a librarse de esa cuadriplejia administrativa, se entregó equivocadamente por el Concejo de Girardot; autorizó al alcalde Lozano dar en comodato la Unidad de Atención Primaria en Salud a una EPS moribunda, CONVIDA.

Era vox populi que tenía vigilancia especial desde marzo de 2017, «prorrogada en 10 ocasiones, durante 5 años y medio». Sucedió como en las infidelidades, se enteraron todos, menos los interesados; en este caso los acuciosos concejales de la casi ciudad que autorizaron tamaño error.  

Ahora, luego de todo lo que ha ocurrido desde el momento de su construcción, pasando por la entrega a la EPS Convida, la creación de la IPS Convida y la recuperación de las instalaciones por parte del Municipio de Girardot luego de la liquidación de la misma EPS, hemos tenido que presenciar agotadoras jornadas con la Contraloría General de la República, aplazamientos de la entrega a la EPS, dificultades y tardanzas jurídicas para la constitución de la IPS, demoras en la adecuación de las instalaciones, para encontrarnos ayer no más, con la inexplicable dificultad que se le atraviesa a la Veeduría Proteger los Recursos de la Unidad de Atención Primaria en Salud Convida, para verificar el estado en el que se encuentra todo aquello que se entregó.

Lo ocurrido el pasado 16 de noviembre, cuando representantes de la Secretaría de Salud de Girardot llegaron al lugar a atender una queja presentada por la Veeduría, al parecer, sin conocer las razones de esta, y lo más absurdo, sin las llaves para poder ingresar a inspeccionar o verificar cada uno de los aspectos señalados en la denuncia, confunde y enturbia el actuar de la misma Secretaría.

Tan evidente y grotesco fue el desplante, así le quiero llamar, que provocó la protesta clara pero decente de los veedores presentes, quienes calificaron el hecho como una burla y un irrespeto hacia ellos, sus funciones y derechos como veedores ciudadanos.

Lo que ha sido imposible dilucidar es qué invita a estos funcionarios y contratistas de la Secretaría de Salud de Girardot a entorpecer, voluntaria o involuntariamente, una diligencia programada por la Personería Municipal y que no tiene mayor propósito que el de poder verificar que todos los implementos que fueron entregados a la IPS Convida se encuentren físicamente, y por supuesto, funcionando a las mil maravillas. ¿Es mucho pedir?

De hecho, según el vicepresidente de la Veeduría, Gustavo Poveda, denuncia la pérdida de un implemento que lo llama «red contra incendios», que se encontraba en la parte externa de las instalaciones. Consulté con un experto en el tema y me informa que el mecanismo es un acople para que en caso de una conflagración el carro de bomberos pueda surtir agua al interior del edificio.

Es una siamesa en bronce, me dijo, con una terminación de la tubería en acero de carbón, que también fue hurtada. Calcula que su valor es aproximado a los $2 millones, advirtiendo que la ausencia de este implemento «inhabilita totalmente la red de incendios de la instalación».

Mañana jueves a las diez de la mañana hay una nueva visita, reforzando la fallida de la semana pasada, pero esta vez, ̶ al que no le gusta el caldo se le dan dos tazas ̶  ,se supone que, con técnicos de diferentes especializaciones a bordo, para que sean ellos quienes determinen si los aparatos se encuentran funcionado perfectamente, o si por el contrario hay alguna avería producto del uso, del mal uso, del fraude o del destino.

Se espera entre otras cosas, que en esta ocasión la representante de la Personería tenga el carácter suficiente para exigir lo necesario. En lo ocurrido la semana anterior, se hubiera esperado que la secretaria general del ente de vigilancia y control exigiera que fueran en busca de las llaves solo a cuatro cuadras del sitio en donde se encontraban, para salirle al paso a una situación que al final malogra el trabajo serio y no remunerado de unos veedores que lo único que pretenden, con el valor civil que no tienen la mayoría de funcionarios y contratistas de la alcaldía, es proteger y salvaguardar $7000 millones de pesos de una construcción que de elefante blanco se está convirtiendo en mamut, y  que si mal no recuerdo no ha servido al público más de 30 días.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.