Cultura

Unicentro Girardot y Banco de la República, una alianza alrededor de la cultura y el río Magdalena

 Y por ello tal vez pensaron Martha Liliana y Diana María que nadie mejor para hacer cómplice de este propósito de enaltecer la exuberancia del Río Grande de la Magdalena que el mismísimo Banco de la República.

Unicentro Girardot y Banco de la República, una alianza alrededor de la cultura y el río Magdalena

Hace más de un mes que se realizó el Primer Festival Cultural Unicentro Girardot, en homenaje al río Magdalena. Nunca es tarde para hablar de cultura y de la riqueza con la que conquista y aborda el alma de los seres humanos.

Es importante retomar el tema porque el hecho de que la idea surgiera de dos ejecutivas de un centro comercial es sorprendentemente novedoso, al menos en Girardot, y merece resaltarse; más en una época en donde la sociedad de consumo o el consumismo avasallan sin cuartel.

En una ciudad en donde todavía se discute cuál es su identidad, es interesante su búsqueda destacando el talento «[…] y tanta cultura que a través de los años hemos venido descubriendo que hay en este municipio», como lo expresa Martha Liliana León, gerente general de Unicentro Girardot.

Y esa intención contrasta inevitablemente con cómo se concibe y se vende desde lo simple el turismo de la otrora Ciudad de las Acacias. «Cuando a uno le hablan de Girardot, a uno le hablan de sol, piscina, empanada y cerveza…y pasémosla rico el fin de semana. Pero cuando uno comienza a darse cuenta a medida que pasan los años, por eventos que hemos hecho, que aquí hay mucha cultura, que aquí hay gente que se muere por tener algo que hacer a nivel cultural diferente», dice la gerente, entonces es cuando la idea de un Festival Cultural pasa de ser una utopía para convertirse en una «¡cosa grandiosa!», como lo califica el gerente del Banco de la República en Girardot.

RÍO MAGDALENA Y BANCO DE LA REPÚBLICA

Para Diana María Bustos Pardo, directora de mercadeo del Centro Comercial, la influencia que a través de kilómetros tiene el río Magdalena sobre los caseríos y pueblos que circundan su ribera es innegable.

Por eso no solo el agua turbia que sube hacia su destino final es protagonista, sino también el entorno que a través de siglos ha dibujado un paisaje de todos los colores. Así lo da a entender cuando habla de esa suma de ciudad y río, recordando que «Por un lado, está la plaza, por otro lado, está todo lo que tiene el río Magdalena desde los 1500 km que recorre en Colombia. Todo lo que se cruza en ese trayecto, tanto la gastronomía, la tradición, todo lo que está allí».

Agrega una frase que debería invitar a la reflexión a quienes desde los ancestros y herencias inhalamos el particular olor de sus aguas: «[…] y decidimos tomar el río Magdalena porque de cierta forma está ahí, pero no se le ha hecho como la reverencia, por decirlo así, o se le ha tenido en cuenta».

Y por ello tal vez pensaron Martha Liliana y Diana María que nadie mejor para hacer cómplice de este propósito de enaltecer la exuberancia del Río Grande de la Magdalena que el mismísimo Banco de la República, desde su área cultural en Girardot liderada por Alexio José Osorio Villegas, de quien dice Martha Liliana, «Fue la primera persona en la que pensamos, fue la primera persona con la que nos quedamos y fue con la única persona que lo hicimos».

Alianza que no duda en agradecer asegurando que, «Si no hubiéramos tenido como aliado al Banco de la República, no lo hubiéramos logrado». Porque claro, el Banco desde sus bibliotecas, salas de exposición y auditorios ha dedicado una gran parte de sus recursos humanos y materiales a la investigación del río Magdalena; exposiciones, conversatorios, muestras, conferencias y abundante bibliografía hacen de esta entidad una fuente autorizada sobre el tema. Además de la pasión que para su gerente de Girardot representa todo lo que tiene que ver con el río y su connotación cultural vista desde sus diferentes orillas.

Uno de los importantes aportes que hizo el Banco de la República para hablar sobre el río Magdalena fue la invitación al antropólogo Germán Ferro Medina, doctorado en Historia, quien como director del Museo del Río Magdalena en Honda (Tolima) presentó dos conferencias magistrales sobre ese río que, para él, «[…] es memoria de agricultores, memoria de cazadores, y memoria, por supuesto de pesca. […] es espacio de comunicación, es espacio de recursos de vida, es economía, es cultura en su expresión, en sus maneras de pensar, en sus maneras de trabajar, […] un río es una experiencia de la cultura acumulada en el tiempo […]».

Volviendo al contexto del Festival, Alexio Osorio dice que en 14 años que lleva viviendo en Girardot, «nunca había visto un evento de esta magnitud». Sin escatimar palabras afirma que «Es uno de los eventos más importantes, culturalmente hablando, que ha pasado en Girardot», agradecido además por haber podido ser parte del mismo.

Recuerda excitado que cuando lo invitaron a hablar sobre el proyecto no conocía de qué se trataba. Pero, «Cuando llego allá, y me encuentro que es un festival cultural, y en homenaje al río Magdalena, yo de una vez hice clic con el tema sin conocer qué me iban a plantear».

AMORES Y DESCONFIANZAS

El capítulo en el que se puede dimensionar el esfuerzo por llevar el Festival a buen puerto valga la analogía, puede decirse que estuvo matizado de amores y desconfianzas.

Universidades de Girardot y de poblaciones cercanas, editoriales, colegios y escritores, por enumerar algunos de los actores, aceptaron la invitación que sin lugar a duda traía consigo algo de expectativa o incredulidad por la aparente inexperiencia de sus organizadoras que pasaban de la invitación a ir de compras, a gozarse un buen momento de cultura.  

Lo que no conocían era que la directora de mercadeo de Unicentro Girardot, «Eso ya lo sabía porque había tenido la oportunidad de hacer este evento en otra ciudad y en otro centro comercial». Pero cuando lo hizo en la otra ciudad, «[…] no lo había hecho nunca. Yo lo que tenía eran las Ferias del Libro de Bogotá que no me las pierdo. Entonces de verlas dije, pues este concepto es así».

Entonces, echando mano a la experiencia en ferias internacionales del libro en Bogotá, y a lo aplicado en el centro comercial en donde había trabajado anteriormente, empezó a explicarles a los prospectos más a fondo la idea, cautivándolos con estrategias atractivas.

Por ejemplo, para las instituciones educativas la propuesta fue «[…] hacerlos parte del Festival con contenido. Entonces, un poco la oferta que nosotros les damos era, “mire, lleve la Universidad al Centro Comercial […] pase una propuesta de cuatro temas donde usted pueda hacer la clase allá; pueden tener un stand a cero costos”», lo que resultó llamativo e interesante para algunos.  

A medida que se iba propagando la voz a voz de lo que ocurriría en Unicentro Girardot, «[…]como que se abre una red y se va tejiendo todo súper bonito, como la red de un río literal del pescador», lo dice figurativamente Diana María.

Luego de ese trabajo de carpintería que logró enamorar a algunos y dejar la semilla en otros, «[…]se nos armó una agenda de 61 actividades que no nos la imaginamos. Para niños, para jóvenes, para adultos, y ya; se acabó nuestra agenda para cuatro días», recuerda emocionada la directora de mercadeo.

NIÑOS Y AJEDREZ

Diana María relata que a raíz de la participación de dos colegios se presentó la oportunidad de hablar con niños de 4 y 5 años sobre los libros que en ese momento estaban leyendo, comprobando satisfactoriamente que sí lo están desarrollando en algunos colegios. Esto le hace pensar que en ciertas instituciones se hace la tarea, «pero hay una parte muy importante de los papás que a lo mejor no se está completando en la casa».

Otro de los aciertos del Festival Cultural, junto a la oportunidad de que los niños pudieran expresar sus vocaciones y gustos culturales, fue el torneo de ajedrez, que, sin una divulgación masiva contó con la participación de 35 jugadores.

Nuevamente la idea nace de una experiencia anterior de la coordinadora de mercadeo, a quien siempre le «[…] llamó la atención que a donde íbamos había mucha gente que le gustaba el ajedrez; o sea, nosotros llegábamos a ciudades o barrios de Bogotá y eso eran como abejitas en un panal. Gente, chinos, jóvenes, adultos, adulto mayor, gente con discapacidad jugando ajedrez».

Pero estos aciertos son producto del tiempo, según  Martha Liliana, gerente del Centro Comercial. Son el resultado de la suma de experiencias de gerente general y coordinadora de mercadeo, que entienden que «uno no siempre tiene que hacer lo que la gente quiere que uno haga», sino que por el contrario es el resultado de «poder conocer un poco los clientes y público que nos visita», identificando necesidades y carencias en espacios, en diversión, en recreación; «ahí es cuando comienza a hacer el engranaje de todas las piezas y salen actividades, y salen propuestas interesantes», que se pueden evidenciar con el resultado final de este primer Festival.

MISIÓN 2024: ATRAER A LA JUVENTUD

Un propósito inmediato es empezar desde ahora a organizar el Festival Cultural 2024, para dejar en lo posible definida la agenda con las universidades, editoriales, colegios y los interesados en vincularse, para tener «mucho más público joven que a lo mejor» en esta ocasión no llegaron, cree Diana María.

De allí que piense en que «El otro año nos toca taladrar mucho, es que no había gente joven. O sea, la gente adulta me decía:” pero señorita, chévere este evento, nos ha gustado porque a los que nos gusta el tema de la cultura, […] estamos acá, pero ¿dónde están los jóvenes?”».

Pregunta que para Diana María y Martha Liliana se ha convertido en un sano reto, al punto de que, «El objetivo del otro año es que todos los chinos se me estén aprovechando el Festival Cultural y haciendo parte de él», dice Diana María.

Pero a pesar de que la afluencia de público joven no fue alta, las organizadoras sienten satisfacción por «haber acogido al lector, al amante de la lectura, al amante de la investigación»; porque los agradecimientos de quienes se acercaron para expresarlo justifican el Festival; en una ciudad en donde sustraerse de la vitalidad de la cultura la ha reducido silenciosamente.

Existe la certeza de que para el próximo año el número de participantes va a aumentar, porque los que desconfiaron este año, querrán ser los primeros en inscribirse para el 2024 dados los resultados obtenidos con la primera experiencia. Para los tres ejecutivos queda claro que esta clase de eventos y actividades son posibles, «[…] cuando está la intención, cuando están las ganas y cuando afortunadamente se encuentran aliados estratégicos que vayan en la misma dirección», como lo dice Martha Liliana León, gerente del Centro Comercial.

Fotografía final tomada de Facebook,  autorizada por el Centro Comercial Unicentro Girardot.