Punto de apoyo
La noticia es que los semáforos funcionen
Lo que más debe preocupar es que como estos cuatros semáforos, hay más que se encuentran apagados literalmente, o son inservibles porque los árboles han cubierto con su extenso ramaje el rojo, amarillo y verde, colores diría yo de la vida.
![La noticia es que los semáforos funcionen](https://pluspublicacion.com/assets/iblog/post/1969.jpg?v2021-03-24 12:10:04)
Precisamente lo había publicado unas horas antes del choque que se aprecia en la fotografía, en mi columna radial de inicio de semana: algunos semáforos de la casi ciudad llevan varios días (¿o semanas?), sin funcionar.
Escribí textualmente: « Y como si fuera poco, esta última semana varios de ellos completamente inservibles, apagados, inútiles. Sí, los mismos que se utilizan para evitar accidentes y muertes de personas». Y como llamando el infortunio, ¡zas!, un accidente de latas en la esquina de la carrera 18 con calle 19. Exactamente en donde por lo peligroso del cruce hay instalados (¿o desinstalados?), cuatro semáforos, todos completamente apagados.
Para los que tienen buena memoria deben recordar que estos mismos aparatos, en un gobierno anterior permanecieron fuera de servicio durante más de seis meses, supuestamente porque se malogró una tarjeta «difícil» de encontrar.
Lo que más debe preocupar es que como estos cuatros semáforos, hay más que se encuentran apagados literalmente, o son inservibles porque los árboles han cubierto con su extenso ramaje el rojo, amarillo y verde, colores diría yo de la vida.
Porque también abundan los que he denominado desde años anteriores, los «semáforos ecológicos». Ellos como innovación en el ornato se encuentran acechados, decorados, mimetizados, rodeados, asfixiados por ramas, hojas y palos que desde prácticamente ningún ángulo permiten su visibilidad.
Pero los semáforos no son los únicos «ecológicos» en la casi ciudad. Abundan las señales de tránsito con la misma cualidad: invisibles. Lo único que percibe el conductor desde lejos puede ser algo que se insinúa como una señal de tránsito preventiva que los arbustos no permiten que se aprecien.
Igual sucede con varias señales de información, que a la hora de orientar…desorientan, porque no es posible visualizar lo que exactamente indican.
La pregunta siempre será la misma: ¿por qué es tan complicado en Girardot mantener las señales de tránsito libres de árboles, ramas y obstáculos? ¿Otra vez el temita desgastado de la contratación y su complejidad? Entonces, ¿de qué manera y cómo lo hacen las ciudades ordenadas que sí lo logran?
En cuanto al funcionamiento de los semáforos es claro que cualquier día pueden dejar de servir, más aun conociendo cómo funciona el pueblo cuando se presenta un ventarrón o llovizna. Pero de eso, a que permanezcan semanas y meses sin prestar ningún servicio es otro tema. Más grave en el caso que relaciono, en vías con alta probabilidad de accidentalidad debido al tráfico vehicular y trazado del sector.
Se fue la secretaria de tránsito anterior, Diana Patricia Molina Zambrano, hace ya varios meses, ni forma de culparla por el actual desorden.
¿Recibirá Girardot a los turistas de Semana Mayor con sus semáforos dañados y las señales de tránsito ocultas detrás del matorral como cualquier villorrio de sexta categoría?