Política

Exministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, renunció al Partido Conservador

«Hoy podemos repetir la voz de quienes manifiestan y han manifestado que en Colombia hay más conservatismo que partido, aunque con gran preocupación debo reconocer que cada vez menos». Rubén Darío Lizarralde.

Exministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, renunció al Partido Conservador

En un comunicado breve pero preciso dirigido al presidente del Partido Conservador Colombiano, Rubén Darío Lizarralde renunció a su militancia en el día de ayer (11.06.20).

Señala en su introducción de la carta que remitió al presidente de la colectividad, Omar Yepes Alzate, que el Partido Conservador ha venido perdiendo opción de liderazgo y presencia activa en las decisiones de la vida nacional.

Expresa en su misiva que el Partido se ha limitado a acompañar a los gobiernos de turno, pero « […] sin poner el sello de su filosofía, de sus programas o de sus políticas en las decisiones adoptadas». Concluyendo que «esa adhesión pasiva a los gobiernos […]» hizo que muchos votantes tomaran la decisión de entregar su aprobación y simpatía a otros partidos.

Marcó como una excepción de la complacencia que él señala en los últimos años, el distanciamiento que el presidente del Senado de ese entonces tuvo cuando « […] evitó un absurdo en el Congreso de la República cuando éste pretendía aprobar las nuevas curules, que supuestamente iban a representar a las víctimas del conflicto armado en Colombia. Esa fue la excepción».

Fuera de lo anterior, hizo señalamientos de cuando ganó el NO en el plebiscito, y el Ejecutivo «[…] se abrogó con el concurso del Congreso las facultades del constituyente primario y con el aval de una Corte Constitucional complaciente, cambió las normas de la Carta Magna haciendo que todo el orden institucional se subvirtiera, con las consecuencias que empiezan a aflorar, como una forzada Justicia Especial para la Paz (JEP), la cual se ha erigido autónomamente en un tribunal omnipotente y omnipresente».

También recalcó en su decisión de renunciar, que el Partido no tuvo en su momento la capacidad de explicarles a los colombianos la razón de ser del proceso de paz que adelantó el expresidente Andrés Pastrana, ni el «impacto positivo» que tuvo el Plan Colombia para «el sostenimiento de la democracia».

Anota Rubén Darío Lizarralde que durante las jornadas electorales tanto en los departamentos como en los municipios « […] se construyen acuerdos no obedeciendo a un interés nacional de Partido, sino a los intereses particulares de los jefes regionales y municipales sin considerar ni la doctrina, ni los valores, ni los propósitos del partido y de las organizaciones con las cuales se negocia».

Hace alusión a Álvaro Gómez Hurtado recordando que la lucha por lo fundamental se perdió. Y que lo planteado por Gómez Hurtado, como « […] la recuperación de la justicia, la moral, la ética y el combate a la corrupción, es solo un recuerdo».

Agrega al final de su renuncia como militante del Partido, que lo hace también por no sentirse identificado con sus posiciones, además que «dentro de la estructura del partido no participan ni los hombres que le han servido representándolo dentro del sector público, ni los que lo apoyan desde el sector privado, ni los fervorosos militantes de a pie, todo se perdió: los centros de estudios, las escuelas de líderes, los tanques de pensamiento y de expresión desaparecieron y hoy la manifestación política, filosófica y doctrinaria se expresa solo en quienes se han hecho elegir en el Congreso y esa expresión no nos representa en forma suficiente».

Rubén Darío Lizarralde ha sido tesorero y secretario de Hacienda de Bogota; viceministro de Desarrollo Económico, ministro de Agricultura, además de otros cargos en la empresa privada.

Fuente y fotografía: prensa Rubén Lizarralde.