«Este es un nuevo día», manifestó el alcalde electo de Girardot, Francisco Lozano Sierra, en su acto de posesión

Un gobierno que se propone construir sobre lo construido, manteniendo lo que está bien, mejorando lo que es susceptible de hacerlo y rechazando lo que no es compatible «ni por ética pública no por los anhelos comunitarios de un mejor mañana», anunció el alcalde electo José Francisco Lozano Sierra  durante el acto de posesión en Girardot.

El mandatario, con funciones a partir del primero de enero de 2020, tomó juramento ayer domingo 29 de diciembre ante la notaria primera del Círculo de Girardot, Margarita Rosa Iriarte Alvira.

En el escenario escogido, como fue el Parque Bolívar, se dieron cita representantes de diferentes sectores institucionales, políticos, administrativos, gremiales, comunales, y ciudadanos, destacándose la presencia del general retirado Rodolfo Palomino López, exdirector de la Policía Nacional; y un representante del ministro de defensa.

La apertura del acto tuvo como preámbulo la presentación de la banda musical Ciudad de Girardot, seguida por la oración de la pastora María Cristina Barreto Lozano, como fundamento espiritual, para dar luego paso a una muestra de danza folclórica a cargo de la escuela de arte y folclor Academia Sáenz, dirigida por el coreógrafo y bailarín Juan Manuel Sáenz.

La imposición de la banda como alcalde le hizo el obispo de la diócesis de Girardot, monseñor Jaime Muñoz Pedroza, y el general en retiro Rodolfo Palomino López.

NO DA A CONOCER SU GABINETE DE GOBIERNO NI EL DIAGNÓSTICO DEL ESTADO ACTUAL DE LA ADMINISTRACIÓN

Puntualizó en la importancia y necesidad de realizar un diagnóstico «preciso, serio y responsable» de cómo se recibe la ciudad en lo social como en lo «financiero, contable, infraestructura, servicio, contratación y demás asuntos relacionados con la seguridad y transparencia».

Frente al tema del empalme explicó que contrario a lo que muchos esperaban, este no pudo presentarse ya que las circunstancias particulares de este proceso «no son suficientes para obtener un diagnóstico certero de la realidad del municipio el día de hoy», anticipando de esta manera que el accionar de su administración será cuidadoso, aunque no revanchista, «pero sí ajustado a la verdad».

Enfatizó en la necesidad que tienen Girardot y su administración del concurso de los gobiernos nacional y departamental para que se invierta en infraestructura, «pero sin olvidar el desarrollo del talento humano».  

En este sentido se refirió a la oportunidad para que los tres niveles de gobierno (nacional, departamental y municipal), en desarrollo de la política de la economía naranja dentro de la perspectiva del rol turístico que tiene el municipio, «proyecten de manera conjunta a esta región y a Girardot en particular como lo que somos: unos verdaderos potenciales de desarrollo económico y social».

Señaló igualmente que los principales renglones para ese desarrollo deben estar centrados en «la industria del turismo en todas sus modalidades, la cultura, la educación, la ciencia, la tecnología y las artes en sus múltiples manifestaciones».  

Para el alcalde electo, Girardot vive una coyuntura especial ya que cuenta con el gobierno nacional y el gobierno departamental, sumados a varios «aliados», como son diversas representaciones políticas tanto en el Congreso de la República como en la Asamblea de Cundinamarca y el Concejo Municipal de Girardot.

No dejó atrás a las Juntas de Acción Comunal, veedurías ciudadanas, fundaciones, profesionales y el sector gremial entre otros, los que aseguró, « jugarán un papel protagónico en el proceso del desarrollo de nuestro gobierno […]».

Mencionó a la familia «como núcleo básico de la sociedad», y que será esencial en la estructura del plan de desarrollo 2020 – 2023, el que enfatizó, deberá fortalecer la capacidad institucional con «programas y metas robustas para modernizar a Girardot y ponerlo en el ranking de municipios de categoría dos con los mejores niveles de desempeño en gestión y resultados».