Salud

Una alta segregacion ocupacional afecta a las mujeres del sector salud en Colombia. Según estudio adelantado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y MPodera

El estudio alcanza a demostrar una alta segregación ocupacional, en donde se comprueba que, por cada 1000 mujeres en formación universitaria, solamente el 48.3% presentan estudios de especialización. Esta misma relación para los hombres es de 189.8%.

Una alta segregacion ocupacional afecta a las mujeres del sector salud en Colombia.  Según estudio adelantado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y MPodera

Un estudio adelantado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) determinó que en Colombia existen brechas significativas en lo que tiene que ver con la composición del talento humano en el sector salud.

En el informe, Mujeres Trabajadoras en el Sector de la Salud en Colombia, se realiza un diagnóstico general de las condiciones que afrontan las mujeres que pertenecen al sector, contrastado con las oportunidades y sueldos que reciben los hombres en la misma área.

Señala, por ejemplo, que, aunque en Colombia el sector de la salud es un «sector altamente feminizado», el dónde el 80.3% de las mujeres representan la fuerza laboral en el país, «persisten altas brechas salariales, profesionales, educativas y de liderazgo».

Frente al caso colombiano, PNUD en unión con MPodera, analizaron de cerca las principales brechas que limitan el acceso y desarrollo de las mujeres colombianas en el sector de la salud, a pesar de sus significativos avances profesionales. Brechas en formación y ocupación, mercado laboral y en trabajo de cuidado no remunerado, son algunos de los aspectos que fueron analizados.

FORMACIÓN Y OCUPACIÓN

El estudio alcanza a demostrar una alta segregación ocupacional, en donde se comprueba que, por cada 1000 mujeres en formación universitaria, solamente el 48.3% presentan estudios de especialización. Esta misma relación para los hombres es de 189.8%, demostrándose así que «proporcionalmente los hombres acceden en mayor medida a estos programas especializados de posgrado, que, en el mediano y largo plazo, resultan en mayores ingresos y estabilidad laboral».

Se establece que hay 242 mujeres médicas especializadas por cada 1000 formados en medicina general. Esta relación para los hombres es de 371 médicos. Lo que refleja, según el estudio, mayores niveles de acceso y permanencia a la educación superior, específicamente en posgrados.

En cuanto a la formación auxiliar, 520 505 mujeres (53.8%) tienen formación auxiliar en salud, del total de las mujeres del sector. Esto comparado con los 73 946 (31.2%) de hombres en las mismas condiciones.

La formación universitaria no se aleja de la anterior tendencia. En las mujeres, el 38.5% (372 355) se encuentran en este nivel. Mientras que el 51.5% (131 938) de los hombres tienen formación universitaria.

Para los que elaboraron el estudio estas cifras son preocupantes en el momento de compararse con las de ocupación agregadas a nivel nacional; mayor concentración de mujeres ocupadas en los niveles de educación más altos, en comparación con los hombres.

EL MERCADO LABORAL

Según el estudio, los elementos responsables de que se presenten brechas notables en el mercado laboral son la discriminación salarial y ocupacional, las reglas formales e informales y la división sexual del trabajo.

En Colombia las brechas salariales se representan en un 12.8%, calculada en profesionales auxiliares, tecnólogo, profesional universitario, y con especialización a partir del Registro Único del Talento Humano en Salud (RETHUS). Menciona el estudio que las brechas se mantienen «entre hombres y mujeres para todos los niveles educativos del sector salud. Siendo más grandes en los niveles de especialización».

A excepción del nivel técnico, la brecha es mayor al 10% en todos los niveles educativos del sector salud. Algo similar sucede en el nivel profesional, en donde de un total de 372 000 mujeres profesionales en el país, (75.3%) del total de profesionales, la brecha salarial es del 11.1 p.p. a favor de los hombres.

Lo anterior demuestra según el documento, que las mujeres encuentran obstáculos que impiden la equidad en el aspecto salarial, lo que debe abordarse desde el aspecto estructural y sectorial con el fin de que alcancen una remuneración justa con respecto a la labor que realizan.

«A pesar de ser un sector altamente feminizado los hombres continúan sistemáticamente ganando más que las mujeres para todos los niveles educativos […]», observa la PNUD y MPodera.

TRABAJO DEL CUIDADO NO REMUNERADO

En el documento se reconoce que a pesar de que el cuidado es una labor social, cultural y económicamente valiosa y necesaria para el bienestar de individuos y sociedades, un gran número de estos cuidados «se brindan al interior de los hogares de manera no remunerada y es provisto por las mujeres como consecuencia de estereotipos y roles de género que prevalecen aun en las sociedades».

Esto de alguna manera ha conllevado, según el diagnóstico, a que un gran número de mujeres salgan en busca de trabajo remunerado con horario flexible; eligiendo carreras en las que involucran decisiones de maternidad y cuidado de la familia, obligándose a ingresar a mercados informales, y peor remuneradas, ya que no es fácil encontrar la flexibilidad horaria laboral que buscan. Esto «reproduce y perpetua los ciclos de pobreza y brechas en el mercado laboral para esta población», anota la investigación.

De acuerdo con estadísticas del 2020, de 10 mujeres que trabajaban en el sector salud, aproximadamente 3 de ellas se ocupaban también de los cuidados de los niños. En el caso de los hombres, en la misma proporción, 2 cuidaban de sus hijos. En coincidencia con lo anterior, el DANE señaló que en el 2020 el 78% de las mujeres dedicaban horas anuales al trabajo de cuidado no remunerado; en los hombres solo se reflejó el 22%.

Fotografía, secnewgate.com.