Nación
Gustavo Petro Urrego, elegido presidente de Colombia. Apartes de su discurso luego de conocerse los resultados.
«¡No es matarnos los unos a los otros, es amarnos los unos a los otros!».

Menos de una hora necesitó la Registraduría del Estado Civil para dar a conocer ayer domingo (19.06.2022) el nombre de Gustavo Petro Urrego como el ganador de la jornada electoral que definía el presidente de Colombia para el periodo 2022-2026.
Los resultados del preconteo, que se dieron a conocer en el boletín número 63 con el ciento por ciento de las mesas escrutadas, indican que el candidato por el Pacto Histórico obtuvo 11 281 013 votos, que significa el 50.44% de la votación.
Rodolfo Hernández, candidato por Liga de Gobernantes Anticorrupción, obtuvo 10 580 412 votos, es decir el 47.31% de la votación.
EL DISCURSO DE GUSTAVO PETRO
En una alocución que duró aproximadamente 45 minutos, el candidato ganador Gustavo Petro Urrego, acompañado de su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, su esposa Verónica Alcocer García, y algunos de sus hijos, inició expresando que con este triunfo se está «[…] escribiendo en este momento una historia nueva para Colombia, para América Latina, para el mundo».
Más que un discurso simplista, puede decirse que su intervención se convirtió en una serie de compromisos reafirmando su posición política durante su campaña, e intentando desmentir, como en el tema de la expropiación, señalamientos utilizados en su contra por parte de sus adversarios.
Advirtió de manera precisa que «[…] no vamos a traicionar ese electorado, que lo que le ha gritado al país, lo que le ha gritado precisamente a la historia, es que a partir de hoy Colombia cambia […]», haciendo alusión inmediatamente a la política del amor, término que acuñó para su campaña presidencial.
Refiriéndose al cambio que prometió sería su presidencia, explicó que «[…] la política del amor no es un cambio para vengarnos, no es un cambio para construir más odios, no es un cambio para profundizar el sectarismo en la sociedad colombiana. […] El cambio consiste precisamente en dejar el odio atrás, […] en dejar el sectarismo atrás».
Prosiguió sobre el tema, diciendo que la política del amor se debe entender como la política del entendimiento, la política del diálogo, «como una política de comprendernos los unos a los otros».
En el momento que mencionó sus agradecimientos a quienes ayudaron a cautivar electores a su favor, a su madre exiliada, a su padre, a su esposa e hijas, la multitud reunida en el Movistar Arena, en Bogotá, empezó a corear el nombre de Sofía, una de sus hijas, quien con sus intervenciones en redes sociales logró la simpatía de miles de seguidores. Hecho que originó en Petro orgullo, reflejado en su sonrisa.
Casi en la mitad de su intervención se dirigió al fiscal general de la Nación para que «libere a nuestra juventud», y a la procuradora general para que restituya en sus puestos a los alcaldes de elección popular sancionadas semanas atrás.
EL GOBIERNO DE LA VIDA
Retomó el concepto del Gobierno de la Vida, el que dice, «es el Gobierno que quiere construir a Colombia como una potencia mundial de la vida».
Enumeró que un Gobierno de la Vida contempla tres aspectos: primero, la paz; segundo, justicia social, y tercero, justicia ambiental.
En ese momento arribó a la tarima el exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus Šivickas, quien luego de un efusivo saludo lo acompañó hasta el final de la alocución.
Señaló que no tendría sentido alguno hablar sobre un Gobierno de la Vida, si no se va tras de la paz. Este, subrayó, es el objetivo central. Por lo mismo invitó a todos aquellos que votaron por otros candidatos, a Rodolfo Hernández y a los rivales políticos antiguos, a reunirse alrededor de un gran acuerdo nacional.
«No vamos, a partir de este gobierno, a utilizar el poder en función de destruir al oponente. […] la oposición será siempre bienvenida en el Palacio de Nariño para discutir los problemas de Colombia», fue un compromiso que adquirió en público.
«¡No más guerra, no más guerra!», era el grito que se escuchaba en las tribunas.
UN ACUERDO NACIONAL
Se comprometió a que, para lograr la construcción de un acuerdo nacional, no habrá persecución jurídica, ni política, «solo habrá respeto y diálogo». Expresó que, si bien ya se empezó a construir entre once millones de votantes, este tenía que ser entre cincuenta millones de colombianos.
Junto a esto manifestó su interés por los diálogos regionales, desde donde se construirán las reformas para convivir en paz.
Afirmó que un acuerdo nacional es, «[…] para construir los máximos consensos que nos permitan, las reformas que hagan, que la vida de la familia pueda ser una vida mejor […]». En este espacio se refirió a la pensión de los viejos y viejas; la universidad de los jóvenes, la alimentación para niños, para poder construir una familia más unida alrededor de los derechos fundamentales.
Indicó que un acuerdo nacional tiene como fin la construcción de la paz. Reconociendo que la paz, «no es más que la garantía de los derechos de la gente».
«¡La paz es que dejemos de matarnos unos a otros!», dijo. Agregando que la paz se inicia, primero que todo, «[…] del gran diálogo nacional entre la sociedad colombiana, y en segundo lugar, a partir de lograr que las armas dejen de disparar, que las armas dejen de usarse, que las armas dejen de existir por fuera del Estado colombiano».
En ese momento mencionó una frase que posiblemente se acerca a la política del amor: «¡No es matarnos los unos a los otros, es amarnos los unos a los otros!».
LA MADRE DE DILÁN CRUZ
En un momento de su intervención Petro Urrego sorprendió con la frase, «Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia», provocando aplausos y vítores de los asistentes.
Enumeró entonces aspectos como el de las tierras, espacio para las comunidades indígenas, la economía popular, argumentando que de estos y otros aspectos saldrán formas del capitalismo, que preferiblemente no ocasionen afectaciones o perjuicios a la sociedad.
Mientras disertaba sobre la manera de desarrollar el capitalismo en el país, al fondo del escenario se empezó a percibir que una persona portaba en alto una fotografía enmarcada. Era la madre del joven Dilan Cruz, muerto el 25 de noviembre durante una de las protestas del 2019.
En este momento Gustavo Petro interrumpe su intervención, y luego de un estrecho abrazo con la madre del estudiante fallecido, le cede el micrófono por unos minutos.
LA POLÍTICA INTERNACIONAL
Reiteró que su prioridad en política diplomática es que Colombia «se coloque al frente en el mundo de la lucha contra el cambio climático». Señalando que es importante iniciar ya, porque la ciencia anuncia que si no se emprenden acciones inmediatas será el fin de la humanidad. Habló sobre los gases efecto invernadero emitidos por ciertos países, y la esponja que trata de limpiar toda esa suciedad ambiental, que termina siendo la Amazonía.
Sobre este aspecto hizo alusión directa a los Estados Unidos: «Llegó el momento de sentarnos con el Gobierno de los Estados Unidos y hablar, dialogar sobre lo que significa el hecho que, en todo este Continente Americano, que compartimos, allá se emita, como casi en ninguno otro país, gases efecto invernadero. Y aquí lo absorbemos, a partir de nuestra selva amazónica. Sí allá se emite y aquí absorbemos, ¿por qué no dialogamos?
Minutos después finalizó su intervención invitando a la multitud a gritar la palabra, ¡libertad!
RESULTADOS EN GIRARDOT
En Girardot el ganador resultó ser Rodolfo Hernández, con 32 850 votos. Gustavo Petro obtuvo 20 889 votos.
Foto, Twitter @FranciaMarquezM.