Comunidad

Diez mil alevinos al año podrán cultivar 14 familias en la vereda Aguablanca, en Girardot

Aclara que en la vereda Aguablanca, que ella sepa, nadie más cultiva peces, lo que los «hace pioneros en manejar el producto de tilapia», aseguró.

Diez mil alevinos al año podrán cultivar 14 familias en la vereda Aguablanca, en Girardot

Un tanque de producción piscícola con capacidad para cultivar 5000 peces fue entregado por la Dirección de Asistencia Técnica y Medioambiental (DATMA), en la vereda Agua Blanca de Girardot.

La asociación beneficiada es la Asociación Proactiva de Emprendedores, Asocampo vive, que está compuesta por 14 asociados, todos habitantes de la vereda y quienes con anterioridad ya se encontraban vinculados a la cría de mojarra, cachama y tilapia, como pequeños productores independientes.

Alejandro Uribe, profesional universitario encargado de la dirección del DATMA, informó que el tanque, con capacidad de 70 m3, tiene la posibilidad de criar anualmente 10 000 alevinos, es decir 5000 cada seis meses. En esta oportunidad la cría se basa principalmente en tilapia roja o negra y mojarra. Refiriéndose al tiempo de cría y comercialización, Uribe considera que en el término de dos años debe presentarse el retorno del proyecto.

GIRARDOT SIN ASOCIACIONES

Hablando sobre el origen del programa, Alejandro Uribe recuerda que hace aproximadamente dos años se evidenció que no existían Asociaciones de Productores Agropecuarios.

Luego de un trabajo que consistió en determinar las fortalezas de diferentes comunidades, se llevó a cabo una asesoría a un grupo seleccionado mediante unas exigencias mínimas, lo que dio como resultado, dice, la vereda mencionada anteriormente, y otra que se encuentra en proceso de consolidación en la vereda San Lorenzo, al sur del Municipio. Los recursos con los que se apoyó inicialmente el programa llegaron de la Alcaldía de Girardot, con el acompañamiento del Sena que brinda la capacitación y asesoría de asistencia técnica.

EL RETORNO DE LA INVERSIÓN

Algunas de las maneras como se retorna la inversión efectuada en el lugar, puede verse en «la generación de empleo, la mejora de la calidad de vida de los asociados y de quienes viven a su alrededor. Es un ejemplo de que sí se puede trabajar en el campo de Girardot, es una forma de incentivar a la juventud de que produzca en el campo para que no se desplace a la ciudad a engrosar los cinturones de miseria y de desempleo», señaló el profesional universitario.

Además de esto, se encuentra la comercialización del producto, en donde cobran importancia los canales que se van a utilizar para ello. Se está considerando dentro de los planes más viables el aspecto del ecoturismo, y la ayuda con la Agencia de Comercialización de la Gobernación de Cundinamarca, para que por medio de esta última se evite la intermediación favoreciendo el precio comercial a productores y consumidores.

DIANA APONTE, UNA ASOCIADA

También fue posible el dialogo con Diana Aponte, una socia que hace parte de Asocampovive. Ella afirma que, «Nosotros nos impulsamos en empezar a conformar una Asociación para empezar a incrementar programas que le ayuden al área rural a resaltar todos los programas que se están perdiendo en el campo», logrando la conformación de este grupo de catorce campesinos.

El desarrollo del programa, dice, empezó con la compra por parte de ellos de 1000 alevinos, los que actualmente se encuentran en una cama cuna. A su vez se adelantan gestiones con el fin de encontrar apoyo en otras entidades oficiales que puedan brindarles asesorías, capacitaciones, y en el mejor de los casos salir favorecidos para recibir los insumos, como pueden ser materiales que se requieran, o el alimento necesario para alimentarlos.

Inicialmente, cuando eran pequeños productores independientes la comercialización la efectuaban con los mismos habitantes del sector o amigos externos de la ciudad. Ya en este momento se está pensando en establecer convenios con restaurantes, por ejemplo, para comercializar el producto masivamente.

Aclara que en la vereda Aguablanca, que ella sepa, nadie más cultiva peces, lo que los hace «pioneros en manejar el producto de tilapia», aseguró.

Realizando un cálculo mental, establece que el valor por unidad de cada alevino es de $150, a lo que hay que sumarle la comida, la que es una gran cantidad.

Refiriéndose a la compra de los primeros 1000 ejemplares, apunta que «La idea es como el tanque tiene capacidad aproximada para 5000 alevinos, entonces es de seguir buscando el recurso para aprovechar al máximo el estanque que nos están entregando».

Foto cortesía de Diana Aponte.