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Dios guarde a la Chivatera

Dios guarde a la Chivatera

La ciudad ya tiene dadas las condiciones para introducir profundos cambios en sus estructuras políticas y de gobierno; ahora necesita de liderazgos responsables, serios y comprometidos con el desarrollo acorde a las necesidades y a la imagen que merece mostrar para propios y visitantes.

Para ello se requiere la decisión inquebrantable de la gente de participar en la toma democrática del poder por la vía de un voto de opinión consciente. Que se constituya en una férrea oposición a las prácticas y manejos que tienen a nuestra ciudad y a nuestra gente postrada, incrédula y sumida en la desesperanza.

Girardot vive la más profunda crisis institucional y política de su existencia, generada por el desgobierno y el abandono inmisericorde que la azota. La inseguridad, la falta de oportunidades para los jóvenes, el descuido de la infraestructura del municipio, la inoperancia por falta de compromiso de la Administración Municipal, la injusticia social, los niveles de pobreza, nos muestran una ciudad enferma y sin doliente.

Es el momento de la reflexión, de hacer un alto en el camino y analizar con cabeza fría en búsqueda de alternativas que le permitan a nuestra ciudad salir de esta encrucijada, contando con los instrumentos constitucionales y legales y principalmente con la voluntad y disposición de las personas que quieran contribuir a generar procesos de cambio.

Los girardoteños tenemos derecho a una ciudad mejor, con equidad y justicia social, con instrumentos para generar prosperidad y mejorar el bienestar de los más vulnerables, no por la vía del asistencialismo que nos convierte en mendigos del Estado sino con mecanismos que fomenten el desarrollo y dinamicen la economía para formar personas, hombres y mujeres útiles y productivos que hagan de nuestro terruño una ciudad grande, hija consentida del  majestuoso, imponente y nuevamente grande rio Yuma.

Lo que ha pasado es que el amor por la patria chica se ha ido diluyendo en la indiferencia y la falta de visión de sus hijos para hacerla grande y prospera. Nos hemos olvidado del rio Magdalena, de nuestro clima caliente y de la cercanía con la capital, tres grandes pilares sobre los cuales debemos construir un verdadero emporio turístico que nos permita recibir dos millones de visitantes al año.

Girardot clama angustiada que volvamos a creer en ella, formando conciencia ciudadana en los niños para que el futuro nos depare gente buena que tenga interés en mantener una dinámica que impulse de manera constante el verdadero desarrollo que comprende tres intenciones: velar por el bienestar permanente y progresivo de los seres humanos, impulsar el crecimiento urbanístico en orden con modelos que siempre vayan dirigidos a mantener una buena calidad de vida para los ciudadanos y  la conservación del medioambiente cuidando  el planeta que es la casa de todos.

Es necesario hablar del reflejo dejado por anteriores procesos electorales territoriales. Hoy vemos cómo el ejecutivo y algunos integrantes del cuerpo colegiado del último periodo han dejado un enorme vacío en las ilusiones de los ciudadanos.

Las acciones de los mencionados hacen pensar que no hay un mínimo de vergüenza y rubor ante los señalamientos que hacen quienes los eligieron y el resto de los ciudadanos. Es como si su piel y su torrente sanguíneo no conocieran la eritrofobia.

Llegará el día que la gran masa entienda que la tolerancia tiene un límite y no puede transgredir el espacio de la dignidad y el respeto. Si esto sucede, se convierte en sometimiento físico o moral y este estado de comportamiento humano es pariente cercano del secuestro físico o moral y de la esclavitud, considerados actos que atentan contra la dignidad y el respeto por los seres humanos, por eso con considerados delitos atroces.

Eritrofobia: Temor a enrojecer (miedo a ruborizarse) La persona al ruborizarse se siente avergonzada y consecuentemente la ansiedad va en aumento generando mayor rubor facial.

*Las opiniones plasmadas por los columnistas en ningún momento reflejan o comprometen la línea editorial ni el pensamiento de Plus Publicación.